Mohamed Chaoui regentaba un locutorio en la calle Tribulete 17 junto a su hermanastro Jamal Zougham y Mohamed el Bakali.
"Zougham se llevaba algunos móviles a su casa por si robaban la tienda", asegura Chaoui.
En un momento determinado, Chaoui ha recordado que "en la mañana del 11-M, Zougham estaba durmiendo (...), dormimos en la misma habitación y se levantó a las 10".
"La policía me pegaba"
El testigo, quien ha declarado que que "no compraba tarjetas", declaró en un primer momento que "sí compraba tarjetas" porque "la policía me pegaba, me obligaron a decirlo".
Chaoui, quien ha negado que su hermanastro sea experto en móviles, asegura que su locutorio tenía todo tipo de clientela: "Él sólo cambiaba las baterías, las carcasas", recuerda.
11-M
La noche del 10 al 11 de marzo Zougham llegó a las 11 de la noche, "como siempre".
Como Chaoui dormía en la misma habitación que Zougham, pudo comprobar que "no se levantó hasta las 10 de la mañana".
"Se levantó y se fue en su Mitsubishi Galan, como siempre", recuerda el testigo, quien percibió más vigilancia policial en torno al 11-M.
"No recuerdo que mi hermano haya defendido nunca la lucha contra occidente" asegura Chaoui.
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