John Severson, el hombre que editó en 1960 y desde una playa la primera revista de surf

  • Pionero del periodismo y el cine sobre el arte de cabalgar las olas, Severson fundó la revista 'Surfer'. La redacción era una caravana aparcada en la arena de las playas.
  • Un libro autobiográfico, con numerosas fotos e ilustraciones, recorre la vida de Severson, que tiene 81 años, vive en Hawai, pinta y todavía surfea.
  • Es "un viaje al nacimiento de la cultura del surf" y un "testamento a nuestro océano".
Severson redactando un artículo a pie de playa junto a su tabla de surf y su furgoneta en 1959
Severson redactando un artículo a pie de playa junto a su tabla de surf y su furgoneta en 1959
© John Severson via Puka Puka
Severson redactando un artículo a pie de playa junto a su tabla de surf y su furgoneta en 1959

Es una leyenda viva a la que conocen "todos los surfistas de 12 a 90 años", dicen de Jon Severson los editores del primer libro dedicado a la vida comprometida con el arte de cabalgar las olas y su cultura de este pionero casi mítico. Nacido en 1933 en Los Ángeles (California), en cuyas playas brotó la revolución occidental del surf, y residente en Maui (Hawai), donde la disciplina fue inventada como forma de comunión con el océano, la vida de Severson gira en torno a esa única palabra: surf.

Teniendo en cuenta que Severson fundó y editó la primera revista temática surfista, dirigió algunos de los mejores documentales sobre la disciplna, que también inspira sus óleos y dibujos y que todavía hoy, a los 81 años, sigue pillando olas con la misma emoción, no había otra posibilidad de título para la autobiografía, Surf. La acaba de publicar la editorial Damiani [212 páginas, 35 dólares] y está profusamente ilustrada con 200 fotos, dibujos y reproducciones de revistas y carteles de cine.

'Hijo del amor antes de los hippies'

Severson fue "un hijo del amor mucho antes que los hippies" y mostró al mundo el estilo de vida del surf de una forma "creativa, visionaria y apasionada" desde los primeros tiempos, cuando el acto de unión del hombre y su tabla con el océano conservaba todavía algo del sentido religioso con que nació la ceremonia hace siglos en los Mares del Sur, dice en el pról0go del libro Gerry Lopez, alias Mr. Pipeline (la ola salvaje y perfecta de la playa del mismo nombre), uno de los grandes maestros hawaianos del surf.

Enamorado del surf desde que era un crío de 12 años que vivía al lado de la costa del Pacífico, Severson asistía pasmado y envidioso a la vida fácil de los primeros surf bums (holgazanes del surf), como llamaban despectivamente a los jóvenes que vivían en las playas de California desde mediados de los años cuarenta del siglo XX, disfrutando de las olas, pescando para alimentarse y durmiendo al raso en los arenales o en cabañas construidas con leños depositados por la marea. Tras graduarse en Arte consiguió, en 1956, que el Ejército le destinara a Hawai y se enroló en el equipo militar de surf.

Películas exhibidas en institutos

Entre 1958 y 1960, de regreso a California, realizó tres documentales pioneros, Surf, Surf Safari y Surf Fever. Eran bastante simplonas, pero los pósters, cinéticos y llenos de dramática espiritualidad [pueden verse en la página web de Severson], demostraban que Severson entendía el espíritu original de lo que los nativos hawaianos llamaban he'enalu (cambiar de sólido a líquido con el movimiento de una ola). Las películas, de bajo coste de producción y rodadas en película de 16 milímetros, no eran admitidas por los circuitos tradicionales de distribución y Severson organizaba pases en pabellones de deportes de institutos y cines de barrio.

En el verano de 1960, como promoción para Surf Fever, publicó un folleto de 36 páginas, de formato horizontal, con fotos en blanco y negro, un mapa de spots y las nociones básicas para hacer surf. Escribió y maquetó el ejemplar en una caravana aparcada en la playa y lo llamó The Surfer. Vendió en mano en Hermosa Beach, su cuartel general, 5.000 ejemplares, a 50 céntimos la pieza. Había nacido la primera revista dedicada a la cultura surfista.

Contrató a futuras estrellas

En paralelo con el explosivo crecimiento del fenómeno —que inspiró comedias y música, atrajo la atención de la industria de la moda y los adminículos y profesionalizó a los mejores surfistas, que empezaron a tener patrocinadores—, el editor siguió adelante: en 1961 editó cuatro ejemplares del Surfer Quarterly, todavía con la filosofía de hecho por una sola persona, y a partir de entonces convirtió la revista en un mensual, Surfer, y contrató como colaboradores a futuras estrellas del dibujo (Rick Griffin), la fotografía (Ron Stoner, Jeff Divine, Art Brewer) y el diseño John Van Hamersveld, Mike Salisbury).

Aunque siguió haciendo cine Big Wednesday (1961), Going My Wave (1962), The Angry Sea (1963) y Surf Classics (1964)— y editando Surfer, Severson se concentró cada vez más en la pintura (en acuarelas, óleo y acrílicos), el diseño y el dibujo. En 1971 vendió la publicación y se fue a vivir a Maui, donde reside con su mujer y sus dos hijas.

Severson, dicen los editores de la autobiografía, copublicada por la galería hawaiana Puka Puka, "cambió la percepción, obsesiva y fascinante, de la cultura pop por el surf". Desde hace seis décadas ha sido "el gran responsable de moldear la iconografía" relacionada con el ejercicio de ser uno con las olas. El libro, que incluye una larga y detallada entrevista a Severson, es "un viaje al nacimiento de la cultura del surf" y un "testamento a nuestro océano" castigado por la contaminación y la sobrexplotación de las especies animales.

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