Pablo Moreno comenzó a consumir drogas con 12 años, recuerda su hermana Amparo. "Estuvo en rehabilitación, pero volvía a recaer", explica. "Robaba a su mujer, en el supermercado...", donde fuera para comprar droga.

Pablo (48 años), natural de Écija, es el mayor de 7 hermanos. Sufre cáncer de garganta (terminal), neumonía y SIDA.

Está en Sevilla II, cumpliendo la última parte de una condena de ocho años y tres meses por robo.

El cáncer se lo diagnosticaron hace dos años. Lo trataron, pero "era demasiado tarde para operarlo", señala a 20minutos.es su hermana.

Su familia pidió su libertad, pero la jueza que lo condenó argumentó que podía volver a delinquir y denegó la petición. Hace 15 días endurecieron sus protestas. Este lunes se concentraron en Sevilla.

"No quiere morir en la cárcel; saca fuerzas de donde no hay", asegura Amparo. "Come papilla y batidos", añade.

Su familia pide su libertad por "motivos humanitarios", para que muera junto a sus 5 hijos y sus 6 nietos (solo conoce al mayor). "No queremos que nos lo den muerto", afirma Amparo.

La Junta de Andalucía dice que existe la libertad condicional para reos terminales, si se cumplen los requisitos legales.