Un año en el Palacio de San Telmo con crisis, paro, 'caso de los ERE' y facturas de UGT-A

  • Susana Díaz se ha convertido en la mujer fuerte del PSOE.
  • Cumple 365 días en la Junta.
  • El reto de este otoño caliente: los presupuestos.
El nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto a la presidenta andaluza, Susana Díaz, en la sede del PSOE en Madrid.
El nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto a la presidenta andaluza, Susana Díaz, en la sede del PSOE en Madrid.
Juan M. Espinosa / EFE
El nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto a la presidenta andaluza, Susana Díaz, en la sede del PSOE en Madrid.

365 días. Dicen de ella que es la mujer más poderosa del PSOE y que además tiene magnetismo.

Susana Díaz cumple un año de mandato ocupando un cargo para el que no fue votada por los andaluces, y, sin embargo, la quieren. Al menos eso es lo que su partido asevera tras despegar por encima del PP con 9,3 puntos en los pasados comicios europeos.

La inquilina de San Telmo ha demostrado que tiene claro lo que es el sentido del deber y la Constitución con sus visitas al rey Juan Carlos. Pero además, Díaz ha dado el salto que muchos esperaban al hablar sin complejos con el presidente de la Generalitat Artur Mas de la unidad de España.

El poder de Susana le ha llevado a ser el referente del socialismo a nivel nacional. Fue la primera dirigente regional que recibió Pedro Sánchez, secretario general del PSOE. Y mantiene desde hace años una  buena relación con Carme Chacón.

También dicen de ella que ha devuelto la ilusión a un PSOE castigado por los votantes y los escándalos, gracias a un discurso conciliador, cercano, pero contundente. Tiene claro a quién se dirige para abrir "un nuevo tiempo político" para gobernar "con los ciudadanos".

Susana no titubea. En el enfrentamiento con sus aliados de Gobierno por la Corrala la Utopía de Sevilla se mantuvo firme. Y ahí seguirá hasta las autonómicas de 2016, luchando en la arena andaluza mientras abre puertas en la nacional, aunque ha descartado presentarse a las primarias de su partido para elegir candidato a la Presidencia nacional.

Caso de los ERE

Pero lo cierto es que a la presidenta, que quiere gobernar  en solitario, le espera un otoño caliente salpicado por la corrupción: caso ERE, Invercaria, facturas falsas de UGT-A y, ahora, cursos de formación. Las últimas críticas de la oposición le llegan porque esta semana no irá al pleno que abre el curso político. Viajará a Marruecos.

Su prioridad: el empleo, pues  hay más de un millón de parados en la región. Su reto, las cuentas de 2015. Han generado malestar entre los socios de Gobierno (PSOE-IU) y hecho saltar la alarma de un adelanto electoral.

"Lideresa, crack y ciclón Susana" son algunos de los apodos que se ha ganado Díaz. Lo cierto es que la sevillana, que quiere pasar desapercibida con un look discreto y práctico, sí llama la atención. Sus colores, el blanco y el rojo. Foro al que va, crea expectación.

Poco a poco, la presidenta está cambiando su imagen. Es lo único que aprueba de ella Juan Manuel Moreno Bonilla (PP-A). Tiene un Gobierno "absolutamente paralizado", sin ningún tipo de "discurso político ni ambición política", dice.

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