El padre Toño regresa a España tras llevar casi 40 días detenido en El Salvador

  • "Mi único pecado en El Salvador es que empecé a trabajar con la gente sin derechos", ha afirmado el padre Toño tras llegar a España.
  • El padre Toño fue condenado a 30 meses de cárcel por los delitos de introducción de objetos ilícitos, tráfico de influencias y asociaciones ilícitas.
  • La resolución permitía que el cura pudiera responder a la condena con la realización de trabajos sociales en el extranjero, lo que ha permitido su vuelta.
  • Su familia se ha concentrado por séptima vez en la plaza de su pueblo y ha pedido que no se olvide el trabajo en El Salvador.
El sacerdote español Antonio Rodríguez, conocido como padre Toño, es recibido por familiares a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.
El sacerdote español Antonio Rodríguez, conocido como padre Toño, es recibido por familiares a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.
EFE
El sacerdote español Antonio Rodríguez, conocido como padre Toño, es recibido por familiares a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.

La familia del sacerdote español Antonio Rodríguez, conocido como padre Toño, que ha permanecido detenido en El Salvador casi 40 días, ha viajado este domingo a Madrid a recibirlo al aeropuerto Adolfo Suárez y ha pedido que no se olvide nunca su trabajo en ese país.

Los padres y hermanos de Toño, que se han vuelto a concentrar este domingo por séptima vez en la plaza mayor de su pueblo natal, Daimiel (Ciudad Real), como lo han venido haciendo mientras ha estado detenido, han querido dar las gracias con esta concentración a todas aquellas personas que durante este tiempo les han apoyado en la lucha por pedir su libertad.

Cristina Rodríguez, una de las hermanas del sacerdote español, ha asegurado que Toño ha quedado libre tras "atravesar un desierto" por el simple hecho de trabajar por "la justicia y la paz social".

Su detención, ha recordado, "nunca se debería haber producido", sin embargo, ha dicho, ahora la familia se siente bien por ver "el fin a esa pesadilla que le ha tocado vivir".

Ahora"es importante que no se olvide el trabajo que realiza, gracias al cual ha disminuido la violencia y muchos pandilleros han logrado tener una vida digna" en El Salvador. Es importante también, ha recordado, "no olvidar su honestidad y su compromiso".

Recogida de firmas

Durante la concentración, Cristina ha recordado que a menudo la justicia de los hombres y la justicia de la verdad no caminan juntos, y ha apuntado que "nadie debe dudar de Toño, de su bondad y trabajo, de un trabajo bien hecho con la gente de un país hermano".

La hermana del sacerdote ha asegurado que ha sido el propio Toño el que ha querido que se reúnan en la plaza de su pueblo, pero, en esta ocasión "para ver la alegría del inocente libre, y lo ha pedido para agradeceros con su familia vuestra presencia, vuestra constancia y vuestro ánimo".

Sus familiares también han recordado que han sido muchas las firmas recogidas por Internet y papel, muchas las personas que se han interesado y se han dolido por su detención y a todas ellas, les han querido trasmitir su gratitud.

"Dentro de poco estará con nosotros y pronto podemos oirle contar su verdad de lo que ha sucedido. La historia la escriben los vencedores, y Toño, siempre del lado de los empobrecidos y violentados, nos contará la verdadera historia de lo ocurrido", ha asegurado su hermana.

Regreso a España

El sacerdote Antonio Rodríguez, que estaba detenido desde el 29 de julio, fue condenado por el Juzgado Especializado de Instrucción de Santa Ana por los delitos de introducción de objetos ilícitos, tráfico de influencias y asociaciones ilícitas, y fue condenado a 30 meses de cárcel.

La sentencia fue dictada por el juez especializado Tomas López Salinas en un juicio abreviado solicitado por la Fiscalía General de la República después de que Rodríguez aceptara los delitos.

El sacerdote "aceptó" su participación pero "en el marco de su contexto como facilitador para el proceso de diálogo" que impulsaron las pandillas en marzo de 2012 para disminuir los homicidios, como reconoció su abogado.

No obstante, la resolución judicial permitía que el cura pudiera responder a la condena con la realización de trabajos sociales y que esta pena se pudiera cumplir en el extranjero, lo que ha permitido su vuelta a España.

Concluido el proceso, el sacerdote castellanomanchego regresaría a España y no podría tener ninguna relación con ningún pandillero o mara, ni visitar ningún centro penal.

Con esta resolución el padre Toño ya no podrá seguir al frente, al menos durante este tiempo, del programa de rehabilitación de pandilleros que desarrolla en el municipio de Mejicanos desde hace varios años.

"Me han tratado como un desposeído"

"Mi único pecado en El Salvador es que empecé a trabajar con la gente sin derechos", ha dicho este domingo a su llegada a España.

Rodríguez ha destacado que ha dedicado 15 años a trabajar por la prevención, la reinserción y la atención de víctimas de la violencia en El Salvador, uno de los países más violentos del mundo, que terminó el mes de agosto con 351 homicidios.

"Yo he sido tratado como un desposeído, como la gente con la que he vivido", ha indicado el sacerdote, quien ha subrayado: "No me parece justo. Yo no soy el problema del país. He sido la solución durante 15 años".

Ha detallado que ha tenido que confesar que introdujo teléfonos móviles en dos penales en el mes de marzo para poder salir de la cárcel en el menor tiempo posible, ya que, de lo contrario, hubiera estado preso hasta el mes enero, hubiera estado "tirado en el suelo en una colchoneta en condiciones infrahumanas" y su salud no hubiera "aguantado".

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