La activación anómala de estos cuatro genes produce cuatro proteínas (la epirregulina, la COX2 y dos metaloproteasas) cuya acción conjunta provoca, según un estudio realizado en 738 tumores de mama humanos inducidos a ratones, la formación de vasos sanguíneos alrededor del tumor.
Estos vasos sanguíneos son porosos, lo que facilita que las células cancerígenas escapen hacia la sangre y viajen hasta el pulmón. Cuando llegan a este nuevo órgano, la célula anida y se produce un nuevo cáncer. Las claves de este estudio fueron publicadas ayer en la revista Nature.
16.000 casos al año
Cada año se diagnostican en España 16.000 nuevos casos de cáncer de mama, de los que 6.000 acaban en muerte ese mismo año, según datos del Instituto Nacional de Epidemiología.
Y es que los genes parecen ser la clave y los que nos condicionan a padecer uno u otro tipo de cáncer. En febrero, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) identificó una variante del gen Casp 8, presente en el 13% de las mujeres, que reduce el riesgo de padecer cáncer. Este estudio, muy ambicioso, se hizo entre 40.000 mujeres.
Otras victorias
Histosondas: El Centro de Biología Molecular de Lugo ha creado las histo-sondas, una sonda que facilita el diagnóstico y la distinción de tumores para poder aplicar así el tratamiento más eficaz.
Cáncer de colon: El Instituto Catalán de Oncología acaba de descubrir que los enfermos de cáncer de colon que tienen el gen tp53 tienen peor pronóstico si se operan.
Nanotecnología: Científicos de EE UU han creado unas nanopartículas que matan las células cancerígenas y respetan las sanas.
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