El Hospital Alto Guadalquivir de Andújar (Jaén) ha comenzado a realizar una nueva técnica mínimamente invasiva para operar problemas traumatológicos del pie, evitando así la cirugía abierta al usar la artroscopia —que visualiza la articulación con una cámara a través de pequeñas incisiones, por las que se puede intervenir— y que disminuye el dolor y la tasa de complicaciones postquirúrgicas. Se trata de la denominada artrodesis subastragalina de retropié.

Los traumatólogos Luis Sánchez Cabrera y Domingo Obrero Gaitán, bajo la coordinación de Marcos Moreno Saiz, director de la Línea de Procesos Traumatológicos, se han especializado en esta técnica, que es pionera en la provincia de Jaén debido a su exigencia técnica, según ha informado este lunes en una nota el centro sanitario andujareño.

"La articulación subastragalina se encuentra situada justo por debajo de la articulación del tobillo y es la encargada que la parte posterior del pie, el talón, se vaya adaptando a los terrenos irregulares cuando caminamos por ellos. Además, es la responsable de los movimientos de inversión y eversión del pie, o lo que es lo mismo, los movimientos laterales", han explicado.

Los pacientes que padecen patología de dicha articulación, normalmente por artrosis debida a secuelas de fracturas del hueso calcáneo y por enfermedades reumáticas, presentan mucho dolor y tienen dificultad para caminar descalzos y por terrenos irregulares. En estadios más avanzados se presenta dolor intenso en reposo y rigidez del retropié, lo que conlleva a no poder llevar a cabo las actividades laborales normales.

Para paliar esta situación, lo que se realiza es una fusión —artrodesis en el argot traumatológico-. de los dos huesos que forman esta articulación para anular su movilidad y que deje de doler. Esta cirugía, hasta ahora, se realizaba de forma abierta, necesitando una incisión amplia en todo el retropié, una extirpación de gran cantidad de hueso y un injerto para realizar la fusión. Ello provocaba un importante dolor posquirúrgico y una tasa mayor de posibles complicaciones, sobre todo relacionadas con la cicatrización ya que es una zona con una irrigación pobre.

La nueva técnica permite realizar esta cirugía a través de sólo dos pequeñas incisiones a ambos lados del tendón de Aquiles, por donde se introduce una cámara de artroscopia y desde ahí se localiza la articulación subastragalina, se limpia y se realiza la fusión. A través de otras dos pequeñas incisiones se insertan los tornillos de artrodesis de forma percutánea desde el talón.

El 'Alto Guadalquivir' ha afirmado que la patología es menos frecuente que la afectación de otras articulaciones como la rodilla o el hombro y el número de pacientes que se puede beneficiar de esta técnica al año oscila de cinco a diez.

"La literatura médica refiere grandes beneficios con este procedimiento como un menor dolor posquirúrgico, una menor pérdida de stock óseo con lo que la necesidad de injerto es menor y una menor tasa de complicaciones, sobre todo las relacionadas con la necrosis cutánea y los defectos de cicatrización de la herida quirúrgica", ha añadido los facultativos.

Los traumatólogos del Hospital Alto Guadalquivir poseen una amplia experiencia en cirugía artroscópica en otras articulaciones, como las de rodilla, hombro y tobillo, comenzándose las primeras intervenciones con este sistema desde la apertura del hospital. Se ha aprovechado este conocimiento y la destreza de sus profesionales para incorporar esta nueva cirugía de forma exitosa.