Ana Loureiro está en huelga de hambre desde hace una semana para reclamar al Ayuntamiento de Carataunas que le otorgue la licencia de obras que le permita abrir un restaurante en la localidad. La historia comenzó en 2002, cuando compró una finca para instalar el bar.Desde entonces, esta vecina ha presentado al Ayuntamiento y a la Junta todos los documentos requeridos, pero «el alcalde se niega a firmar la autorización», afirma. «Los informes del resto de organismos implicados son positivos y el Ayuntamiento ha redactado la licencia, pero Salvador Rodríguez (el alcalde) no quiere autorizarlos», se queja Loureiro.  La mujer, madre de seis hijos, no es la única del pueblo que se queja del carácter del alcalde. «Son muchos los vecinos que están tomando tranquilizantes y antidepresivos», dice. Hace ocho meses el edil fue condenado a pagar 2.328 euros a un vecino minusválido por pegarle varios puñetazos en la calle.