El Gobierno de Aragón levantó hoy la alerta que decretó hace siete días ante la crecida del Ebro, que ha provocado en la provincia de Zaragoza importantes daños en la agricultura y en infraestructuras, que aún no han sido evaluados oficialmente.

Fuentes del Ejecutivo aragonés dijeron que esta mañana fue desactivada la alerta que se decretó el pasado día 2 de abril y que se mantenía como medida de precaución, ya que aunque descendió mucho el caudal del río su nivel era aún alto.Todas las estaciones de

Los pueblos ribereños comenzarán esta semana a evaluar los daños causados por la riada y los agricultores las pérdidas ocasionadas en las miles de hectáreas de campos de cultivo anegadas por el agua, que aún inunda numerosas parcelas.

Sindicatos agrarios, como la Unión de Agricultores y Ganaderos de Agricultores (UAGA-COAG), calculan en más de 15.000 las hectáreas de cultivos anegadas por las aguas y piden que las zonas afectadas se declaren como desastre natural para que los agricultores puedan acceder a las ayudas públicas.

La red de carreteras en los municipios ribereños se encuentra totalmente operativa, después de que ayer se reabriera al tráfico la vía autonómica A-1107, en el municipio de Pina de Ebro, que estuvo cortada varios días al inundarse la calzada.