Es un fotógrafo atípico, su objetivo se detiene en todo y no repara en nada, hasta convertirse en el espejo del ojo que está mirando sus imágenes. En la muestra, el visitante encontrará más de ochenta fotografías, todas enmarcadas en blanco y negro, medidas al milímetro para conseguir llenar el espacio sin saturarlo. El artista propone un juego de espejos que escapa a las barreras de la lógica. No hay ni una sola imagen a la venta. Todas se donaron, antes de que comenzara la exposición, a los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Vigo. Alfonso Cortés es un filántropo del siglo XXI que utiliza su objetivo para hablarnos de injusticias, pero también de belleza.* Centro Social Caixanova. Policarpo Sanz, 24. De 18.00 a 21.30 horas. Gratis.