Con la llegada del verano se produce una reducción de la actividad laboral que provoca que muchos profesionales en búsqueda activa de empleo aprovechen para completar su formación. Pese a que las cifras oficiales son optimistas, como demuestran los últimos datos medidos por la Seguridad Social que aseguran que la creación de empleo marcó su mejor mes de junio desde 2007, la época estival sigue siendo el periodo más propicio para la formación.

El Observatorio de Empleo de AgioGlobal estima que la educación diseñada según los conocimientos y competencias individuales es la mejor opción para los desempleados. El objetivo es que consigan aptitudes que puedan utilizar de cara a su carrera profesional.

Actualmente se plantean alternativas a la formación impartida por entidades privadas. Asociaciones, federaciones y ONG imparten también cursos especializados en diferentes facultades que posibilitan la especialización en el área profesional que se esté desempeñando.

Otras vías son las ayudas para la obtención de formación concedidas por el Estado y por el Fondo Social Europeo, aunque también existen otras alternativas como las que representan las comunidades, los cursos gratuitos CEIM o el Plan Avanza.

Los idiomas siguen siendo otro factor determinante a la hora de formarse para encontrar un puesto de trabajo. En este sentido, el inglés sigue siendo la lengua más demandada. Una de las claves que propone el Observatorio de AgioGlobal es trasladarse durante unas semanas a un país de habla inglesa. No obstante, si existen circunstancias que lo impiden, la alternativa ideal es la realización de un programa de inmersión lingüística.

“El verano es el momento idóneo para formarse y buscar la especialización. Un periodo en el que además los profesionales en búsqueda activa de empleo pueden utilizar para afrontar con la mejor perspectiva posible los procesos de selección a los que se enfrentarán durante la última parte del año”, ha asegurado José María Camps, presidente de AgioGlobal.