Un equipo formado por veterinarios estadounidenses, chinos y tailandeses extrajeron tres lotes de semen del oso panda Chuang Chuan para inseminar artificialemente a Lin Hui, una hembra de esta especie, en el zoo de Chiang Mai, en el norte de Tailandia.

Los expertos tuvieron que recurrir a este método tras fallar el tradicional de reproducción entre ambos ejemplares.

De hecho, ya fue noticia a finales del pasado año, cuando sus cuidadores del zoo anunciaron que le pondrían vídeos de contenido pornográfico para animarle a la cópula.

Amparándose en el éxito que la técnica tuvo en China, sus cuidadores decidieron empezar en 2007 con la sesión de sexo animal en pantalla grande para este tímido panda, a la espera de que Chuang se decidiera a dar el siguiente paso en la relación con su pareja, la misma desde hace cuatro años, pero con la que aún no ha tenido sexo.