Esta postura sancionadora la pone de manifiesto el último barómetro del Ministerio de Sanidad, que también subraya el optimismo de los padres y abuelos gallegos a la hora de atajar el problema en el propio hogar. El 80% dice que puede influir en que sus hijos o nietos no consuman alcohol.

Sin embargo, o no practican o la influencia que creen ejercer no es tanta como piensan. Porque casi siete de cada diez adolescentes gallegos aseguran que se van de botellón todos los fines de semana. Y aunque dicen que sus principales motivaciones son divertirse y hablar tranquilamente, también admiten que el alcohol les ayuda en esto. Prácticamente todos los que realizan botellones pasan de los refrescos a secas.

Empiezan en casa

Así lo recoge una encuesta del Plan Nacional de Drogas realizada en Galicia, que le da la razón a los mayores al creer que los jóvenes abusan del alcohol. Y es que éstos admiten una media de dos borracheras al mes.

Claro que el estudio también pone de manifiesto que el origen, muchas veces, hay que buscarlo en la percepción que del alcohol, principalmente del vino como acompañante en las comidas, hay en los hogares.

De hecho, uno de cada tres jóvenes gallegos que beben alcohol lo hizo por primera vez en su casa acompañado de sus padres, y sólo para el 21% es una droga, para el resto supone un producto de placer o un simple refresco.

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... cómo se debería sancionar

el consumo abusivo de alcohol

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Del calimocho a los porros

La edad media en Galicia de inicio al botellón es a los 14 años.  La mayoría empieza consumiendo calimocho y cubatas, dos tipos de bebidas que mantienen la hegemonía entre los jóvenes. Lo que cambia es la cantidad. La mayoría admite que cada vez consume más alcohol. Aunque no es lo único que se toma en los botellones. La encuesta realizada entre sus habituales también analiza otras drogas. Así, más de la mitad de los chicos fuma, el 50% fuma porros al menos de vez en cuando y uno de cada diez toma pastillas y cocaína.