Retratos de protesta y duelo en la plaza ucraniana de Maidán

  • Anastasia Taylor-Lind fotografió a los manifestantes ucranianos y a las mujeres que después acudieron con ramos de flores a llorar a los muertos en las protestas.
  • Un libro y una exposición recogen la colección de fotos, tomadas en un estudio portátil a sólo unos metros de las barricadas de la plaza.
  • Con Maidán sitiada, rodeada de policía y partidarios del gobierno ucraniano, se decidió por un fondo negro para resaltar la historia individual de los retratados.
Olena (26 años) y Ostap, su bebé de seis meses
Olena (26 años) y Ostap, su bebé de seis meses
© Anastasia Taylor-Lind
Olena (26 años) y Ostap, su bebé de seis meses

La plaza de la Independencia (Maidán) de Kiev (Ucrania) fue el centro de las protestas contra el presidente Víktor Yanukóvich. Las manifestaciones populares comenzaron en mayo de 2013 tras el anuncio de la negativa del gobierno de firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y plegarse así a Rusia. En los siguientes meses la violenta represión policial, las nuevas leyes antiprotesta y las palizas a activistas intensificaron las protestas: hubo manifestantes que se organizaron como para afrontar una batalla, con armas caseras y armaduras improvisadas. Los enfrentamientos dejaron 112 muertos confirmados, desaparecidos y cientos de heridos en la plaza cercada.

Anastasia Taylor-Lind (1981) estaba realizando un proyecto fotográfico en Serbia y Rumanía cuando, durante el comienzo del estallido de la violencia en la plaza, un buen amigo suyo que había vivido un tiempo en Ucrania la llamó comunicándole la necesidad moral de estar en Maidán. Ella decidió acompañarlo para ser testigo de primera mano. Abrumada por la cantidad de fotógrafos que documentaban lo sucedido, se decidió por retratar, frente a un fondo negro y en un estudio portátil, a quienes se manifestaban contra el gobierno y a los que lloraban a los muertos.

Maidan - Portraits from the Black Square (Maidán - Retratos de la Plaza Negra) —publicado por la editorial británica GOST Books, especializada en fotografía y artes visuales— presenta en un tomo la colección de imágenes de la autora anglosueca, que trabaja para publicaciones como National Geographic y Time. En conjunto a la publicación del libro, la galería 10B de Roma también expone la serie hasta el 12 de septiembre en la capital italiana.

Un aire de extraña tranquilidad

Llegó a Kiev en febrero, con la Plaza de la Independencia sitiada, rodeada de policía y partidarios del gobierno ucraniano. Retrató a muchos de los "luchadores" con armaduras caseras; a los que acudían a llorar a las víctimas, con un ramo de flores que llevaban para rendirles homenaje. A pesar de abordar habitualmente los reportajes de manera tradicional y con escenas narrativas, la autora decidió romper la norma con la tela negra. "El fondo parecía una manera más adecuada de enseñar aquí las historias individuales", dice en una extensa entrevista realizada para el libro.

Fotografiados con un aire de extraña tranquilidad, como en un momento reflexivo, posan para Taylor-Lind a unos metros de las barricadas. Igor (con chaqueta militar y boina azul) muestra en el brazo izquierdo una gasa, Yura lleva un casco de soldado y aprieta los puños como listo para boxear, Olga lleva un ramo de tulipanes rosas y un bebé metido dentro del abrigo.

La autora habla de los dos grupos como símbolos de etapas diferentes de las protestas. "Conforme pasaban los días, montones de luchadores armados eran sustituidos por decenas de miles de mujeres normales, llenando la plaza en un acto de duelo colectivo. Mi provisional estudio en las barricadas de la calle Hrushevskogo, donde había fotografiado a hombres blandiendo sus armas improvisadas, se ocupó con mujeres sosteniendo flores contra el pecho".

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