La Asociación de Afectados por Caobar de Taracena (Guadalajara), constituida tras la detección de varios casos de silicosis por la sílice de la fábrica de caolín, ha puesto de manifiesto nuevamente su queja ante el temor de que se repitan nuevos casos tras detectar estos días de viento la llegada de "esta sustancia o polvo" en algunas de sus viviendas.

Aunque a raíz de descubrirse algún caso en la fábrica algunos de los vecinos del barrio pedáneo de Taracena optaron por realizarse las pruebas médicas, y éstas dieron negativo, entre ellos el caso del presidente de la Asociación, Ángel Gómez, él mismo ha vuelto a manifestar a Europa Press un cierto miedo entre la población "pues creemos que se ha aflojado, se ha bajado la guardia y no debiera ser así".

Según Gómez, "otra vez, estos días de viento han vuelto a brillar en la calle y en las terrazas las partículas de sílice, el polvo ha llegado nuevamente a nuestras ventanas y aunque hemos estado unos meses sin decir nada no podemos consentir esto más ya que también hemos visto que han aumentado los montones de arena con caolín que tienen en la fábrica ".

Por ello, desde la Asociación están dispuestos a seguir trabajando para que la empresa adopte las medidas de seguridad que tiene que cumplir porque consideran que este incumplimiento puede estar afectando a su salud, ha incidido Gómez.

Además, desde la Asociación han vuelto a quejarse de los ruidos que se emiten desde esta fábrica, que aunque en su momento cesaron en parte, han vuelto de nuevo sin que el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, que según Gómez se comprometió a solucionar el problema, haya hecho nada al respecto, ha insistido.

"Creemos que ha pasado un tiempo considerable en el que la empresa tenía que haber tomado unas medida que no ha adoptado, al menos en parte, y eso nos lleva a insistir en su cumplimiento, tanto al Ayuntamiento, como a la empresa y a la Junta de Castilla-La Mancha", ha puntualizado.

Según el presidente de la Asociación, pese en su momento se aseguró que se exigiría a la fábrica que cumpliera todas las medidas necesarias para evitar tanto la contaminación acústica como la medioambiental, "no han hecho nada, absolutamente nada, y no podemos seguir así, es de vergüenza".

El viernes pasado la Asociación también se dirigió por escrito a la empresa con el fin de fijar un encuentro sin que por ahora se haya recibido ninguna respuesta.