El portavoz adjunto en el Congreso y diputado nacional del PP por Almería, Rafale Hernando, ha criticado este lunes la "beligerancia" con la que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha rechazado la posibilidad de acudir a una elección directa de alcaldes a través de la lista más votada cuando se trata de una medida que el PSOE "lleva en su programa electoral".

Tras una rueda de prensa en Almería, Hernando ha defendido la idea de que gobierne "quien más votos tiene" pese a la postura de la presidenta del Ejecutivo andaluz, que "gobierna sin haberse presentado a unas elecciones y entre dos organizaciones que han perdido" ante las urnas, en relación al gobierno de coalición formado por IU y PSOE en la Junta andaluza.

Para Hernando sería "un avance" implementar esta propuesta ya que permitiría "acercar los resultados electorales a los ciudadanos". "El más democrático elegir al alcalde de forma directa", ha asegurado el diputado 'popular', quien ha contrapuesto esta idea a los pactos "poselectorales" que se forman entre "quienes han perdido" a través de una "segunda vuelta en los despachos".

Así, ha apuntado que la coalición entre partidos que no han conseguido la mayoría de votos provoca la "desconfianza" de los ciudadanos, por lo que ha abogado a que, en este caso, se realizan pactos "preelectorales" entre formaciones. "Es positivo especialmente en los ayuntamientos después de una experiencia larga en la que se han producido todo tipo de situaciones", ha añadido.

"dictadura de las minorías"

Por su parte, el alcalde de Almería y senador, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador (PP), ha trasladado de nuevo su postura ante esta idea, sobre la que matiza la necesidad de establecer un apoyo mínimo del 40 por ciento para garantizar el gobierno de una lista más votada y que no se forme una "dictadura de las minorías" que, a su juicio, supone una "perversión democrática".

El senador, quien ha valorado además la opción de sopesar una segunda vuelta en determinados casos como ocurre en otros países, ha apelado en cualquier caso al "consenso" para llevar a cabo esta reforma ante la que "no hay que asustarse" ni "llevarse las manos a la cabeza" puesto que se trata de "acercar la politíca al ciudadano para que se sienta representado cuando ejerce su derecho" al voto.