Más de 238 millones de dólares. Esa es la cantidad que ha recaudado en la última década la franquicia cinematográfica Transporter, del francés Luc Besson.  Ante semejantes cifras, no es extraño que sus responsables  pasaran por alto los vituperios que les dispensó la crítica y decidieran en 2012 ampliar el recorrido de su franquicia lanzándose a la televisión.

Esta lunes, Transporter aterrizará en Antena 3 (22.30 horas) convertida en serie y tras pasar con éxito por las pantallas de Canadá,  Alemania o Francia.

Al frente de ella se encuentra Chris Vance, conocido por su papel en Prison Break. El actor encarna a Frank Martin, un transportista de lujo especializado en llevar mercancías peligrosas (y, a veces, ilegales) sin hacer preguntas. Entre medias, persecuciones, coches fastuosos, mujeres espléndidas que beben los vientos por el protagonista, un toque de humor y peleas cuerpo a cuerpo en las que Martin se enzarza sin arrugarse el traje.

El reparto está formado además por Andrea Osvárt, que interpreta a Carla (una seductora exagente de la CIA cuyo trabajo es transmitir a Frank las misiones que debe cumplir), así como por la actriz Delphine Chanéac, que da vida a Juliette, la la bella y romántica vecina de Frank que de lunes a viernes se dedica  a investigar y perseguir redes ilegales de transportadores en Europa.

La nueva serie de Atresmedia para el prime time de los lunes tiene como principal rival en la parrilla a la ficción española El chiringuito de Pepe (Telecinco) que, desde que se estrenó, el pasado 9 de junio, se ha consolidado como el contenido favorito de los espectadores en su franja horaria.

En el próximo episodio, los denominados 'fritangas' de Mediaset recibirán en Peñíscola a un jeque árabe que podría salvar su chiringuito.

Por su parte, el arranque de Transporter llevará a su protagonista a Berlín.  Allí se le asigna el desplazamiento y seguridad de Delia Wigert, una joven muy rica que ha sido amenazada por un delincuente alemán.