Fiscalía de Valladolid solicita una pena de un año de prisión para Julio G.V, extrabajador de la mercantil Recacor S.A, en funciones por aquel entonces de cobrador de facturas y albaranes, que este próximo lunes, 30 de junio, ocupará el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de quedarse con más de 7.000 euros aportados por los clientes.

En su escrito de calificación provisional de los hechos, la acusación pública considera los hechos como un delito de estafa y, alternativamente, de apropiación indebida y, amén de la referida pena privativa de libertad, solicita que el procesado indemnice a la empresa perjudicada en la cantidad de 6.486,53 euros, una vez descontados los 700 euros que el procesado devolvió tras ser denunciado, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En el juicio se analizará la conducta de Julio G.V, quien trabajó para para Recacor S.A. desde el 15 de octubre de 2006 hasta el día 6 de abril de 2010, periodo en el que prestaba servicio como ensamblador y cobrador de facturas y albaranes.

Fue a partir de 2009, tal y como entiende probado el fiscal, cuando el acusado, "animado por el propósito de enriquecerse a costa de la empresa", y haciendo creer a la misma que numerosos clientes no le pagaban las facturas, lo cual no era cierto pues la clientela pagaba puntualmente y en mano, cobró un total de 7.186,53 euros de casi una decena de ellos.

Fue el 13 de marzo de 2012 cuando el acusado efectuó una trasferencia bancaria por importe de 700 euros en favor de la mercantil perjudicada, en pago parcial de la cantidad de la cual se había apoderado. No consta acreditado que además se apoderase del importe de albaranes ni de mercancía alguna de los talleres de la empresa.