Más disciplina y menos hablar por el móvil en los colegios. Ésta es la filosofía del nuevo decreto de derechos y deberes que prepara la Conselleria de Educación para el curso que viene.

El texto, que de momento sólo es un borrador, se debatirá hasta junio con sindicatos, asociaciones de padres y con los propios centros. Pero en sus líneas maestras ya dibuja un listado de derechos y deberes no sólo para los alumnos, sino también para padres, profesores y personal de administración.

Según el director general de Enseñanza, Josep Vicent Felip, primará «la disciplina, pero sin que eso derive en autoritarismo o menos derechos». Así, el profesor tendrá más manga ancha dentro del aula para actuar contra dos tipos de infracciones: las de carácter educativo y las consideradas graves.

En el primer saco entran las que suceden en clase, como hablar por el móvil. El maestro podrá requisarlo, ya que su uso estará prohibido en todos los centros (pero no llevarlos apagados). Las sanciones van desde la amonestación verbal, tareas en horas no lectivas o suspensión de actividades extraescolares.

Entre las graves se incluye el acoso escolar, incluso mediante Internet (ciberbullying). Para estos casos, se resolverá la apertura de expediente en 15 días, justo la mitad que ahora. Pero las nuevas tecnologías también servirán de remedio: se avisará a los padres vía sms, correo electrónico...

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El nuevo decreto

Alumnos: Deben, sobre todo, estudiar. Tienen derecho a examen objetivo y a asociarse, entre otros.

Profesores: Derecho a ser respetado y también ayudado por los padres.

Padres o tutores: Están obligados a implicarse en la educación de sus hijos y deberán ser informados.

Administración: Estos trabajadores velarán por la convivencia escolar.