La Memoria de Cáritas ha desvelado un aumento de la pobreza, procedente de personas que antes pertenecían a la clase media, unido a que, lo colectivos que ya tenían peligro de exclusión, o la padecían, cada vez sufren mayor precariedad, tal y como ha informado hoy el director de Cáritas La Rioja, Luis Lleyda.

En rueda de prensa, Lleyda ha presentado la Memoria 2013 de Cáritas La Rioja junto al obispo de la Diócesis de Calahorra La Calzada-Logroño, Juan José Omella; y la coordinadora general de Cáritas de La Rioja, Chelo Fernández.

La entidad atendió el año pasado a 14.926 personas, lo que supone un aumento del seis por ciento con respecto a 2012. De estas personas atendidas, 4.429 acudían por primera vez y, de estos, ha destacado el director de Cáritas, destaca su "normalidad".

"Cada vez más acuden personas que, hasta el año pasado, no lo hubieran necesitado, con un aspecto normal", sin responder al prototipo de pobre que todos tenemos en la cabeza, ha indicado. "Muchos de ellos", además, "por vergüenza, no acuden por los cauces habituales, sino a través de contactos personales".

Comedores escolares en verano

También se está reduciendo el número de inmigrantes. Por otro lado, la memoria ha añadido, por primera vez, el dato de los niños atendidos y que señala hasta 3.222 (mínimos, porque es una aproximación).

En este sentido, y preguntados acerca de si sería necesario mantener abiertos los comedores escolares en verano, Fernández ha explicado que, en este momento, Cáritas aún no puede pronunciarse porque se encuentra "estudiando" cómo hacer frente a las necesidades infantiles en verano con los centros escolares y las familias.

Para Omella, existen "motivos de esperanza" y las cifras de pobreza "parece que van disminuyendo". No es esta, sin embargo, la impresión del director de Cáritas, quien ha considerado que "no se ha experimentado mejoría".

Fernández ha añadido, "con toda claridad" que "en el día a día esa mejoría" que se anuncia desde algunas clases políticas "no se está notando" y la gente "sigue demandando ayuda".

La memoria también refleja que la escasez o ausencia de ingresos en las familias, la precariedad de las viviendas o el alto coste de la energía incrementan el número de personas que padecen pobreza energética. Además, muchas tampoco pueden afrontar los gastos farmacéuticos o la compra de alimentos infantiles.

Paralelamente, ha aumentado la solidaridad. A ese respecto, el próximo domingo las parroquias de la Diócesis celebrarán el Día de la Caridad con una colecta y una campaña informativa. El Obispo ha invitado hoy a pensar que, detrás de las cifras, hay personas.