Fue la madre de la víctima quien alertó a la Guardia Civil a primera hora de la mañana de que su hija podría estar en peligro, al ver a su yerno rondando el piso familiar. El agresor se había hecho con las llaves de casa después de acudir al colegio de sus hijos (la pareja tiene dos, de 13 y 17 años) y pedírselas, alegando que se había dejado cosas en casa tras su mudanza, ya que el matrimonio se estaba separando. Una vez en el piso, el agresor atrancó la puerta. Los vecinos aseguran que escucharon gritos durante diez minutos y luego llegó el silencio. Ya había degollado a su mujer e intentado suicidarse cortándose el cuello.

Los agentes llegan tarde

La Guardia Civil no pudo llegar a tiempo. Tuvieron que acceder a la casa por el patio trasero. Una vez dentro, se encontraron a la mujer muerta tendida en el suelo y a él, malherido. Está hospitalizado en estado muy grave.

Varios vecinos aseguraron que ella había confesado estar «harta» de ser maltratada y que su madre había venido desde Rumanía para ayudarla en la «complicada» separación de su marido.

Ya van 17 víctimas en 2007

Este año, 17 mujeres ya han muerto víctimas de la violencia doméstica (en los tres primeros meses de 2006 hubo 22 muertes). Sólo cuatro de las 17 tenían medidas de protección. Los últimos días han sido especialmente trágicos. El viernes, un hombre apuñaló a su esposa en Bilbao y el sábado, la Guardia Civil encontraba en Murcia el cadáver de otra mujer con varias puñaladas. Desde entonces se busca a su marido. Otra joven de 23 años, que el sábado fue quemada por su ex novio, sigue hospitalizada en Alicante, aunque se recupera de sus heridas.