La Audiencia de Barcelona ha condenado a cinco años y medio de cárcel al ciudadano norteamericano detenido el pasado 1 de julio por unos agentes de paisano por grabar con una videocámara a menores de edad desnudos en las duchas de la playa de Sant Sebastià, en la Barceloneta.

La sentencia considera probado que Michael J.E. es culpable de un delito de producción, posesión o difusión de pornografía infantil y que el material pornográfico que se le incautó estaba destinado "a venderlo o difundirlo".

Se dedica a la pornografía

Tras los informes de los péritos informáticos, el magistrado constató que Michael J.E., que durante el juicio confesó que la pornografía "era uno de sus negocios", era el encargado de mantener dos páginas web.

En el registro al lugar donde se alojaba en Barcelona se le incautaron tres ordenadores portátiles y dos discos duros externos que contenían miles de fotos y vídeos en los que se mostraba "indudablemente" a menores de edad desnudos y en actitudes pornográficas.

A la vista de todas las pruebas, el juez no dio validez a la declaración del acusado en las que afirmó que estaba firmando "en general" la playa y que no veía lo que enfocaba porque "no tenía las gafas.