El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado este martes que las tarifas del autobús urbano se congelarán en 2015, medida que mantendría también en el año 2016 en el caso de seguir al frente de la Alcaldía tras las elecciones municipales, tal como ha declarado.

La congelación de las tarifas del autobús urbano persigue, por un lado, aliviar el coste del servicio a los ciudadanos que lo utilicen, y por otro, incentivar el uso de este transporte público, según ha subrayado Fernández Mañueco.

En concreto, se congelarán el billete ordinario (1,05 céntimos), el abono mensual (22,05 céntimos) y el bono-bus ordinario (0,59 céntimos), y se mantendrá congelado el Bono-Bus Especial (tres céntimos), como se ha hecho ya en ejercicios anteriores. Cabe recordar, además, que el autobús urbano cuenta con las tarifas más baratas de España en su conjunto según un estudio de Facua.

Asimismo, el alcalde ha recordado que el Ayuntamiento de Salamanca tiene previsto empezar a incorporar en otoño novedades entre las que se encuentran wifi gratuito, una aplicación móvil para avisar de su llegada a la parada y el refuerzo de información al usuario de los tiempos de espera, entre otras.

No obstante, desde septiembre comenzará a estar operativo un nuevo horario en la oficina de atención al ciudadano de Salamanca de Transportes, situada en Gran Vía, con el objeto de ofrecer un mejor servicio al usuario.

Esta oficina tendrá desde el 1 de septiembre horario ininterrumpido de lunes a viernes de 8.00 a 21.00 horas, y los sábados de 8.30 a 14.30 horas. En la actualidad atiende al púbico de 10.00 a 13.30 horas y de 17.00 a 19.30 horas de lunes a viernes (los sábado de 10.00 a 13.30 horas).

Nuevos vehículos

Además está previsto que a finales de año se incorporen siete nuevos vehículos a la actual flota de transporte urbano que cuenta con 61 autobuses. Seis de ellos se sustituirán y el séptimo pasará a la reserva.

A estas mejoras se sumarán de manera paulatina el resto de novedades que se incorporarán al transporte para ofrecer "un mejor servicio al usuario". Entre ellas se encuentra una aplicación móvil que avisará de la llegada del autobús urbano a los usuarios, la ampliación de los paneles de información de tiempo de espera en las paradas o la instalación de tres máquinas automáticas de recarga de tarjetas en distintos puntos de la ciudad, entre otras medidas.

Los autobuses dispondrán también de wifi gratuito, y los usuarios tendrán la posibilidad de pagar los billetes a través del teléfono móvil. Además de estos servicios para prestar una mejor atención a las personas, el transporte público incorporará medidas para facilitar la accesibilidad al servicio.

Así, los autobuses dispondrán en su interior de un sistema de aviso visual y acústico de próxima parada, se incorporará información en braille en marquesinas y postes y se instalará megafonía exterior en los autobuses para indicar el número de línea y destino, y su activación será mediante un mando (ciberpass) que portan las personas invidentes.

El transporte público también sumará nuevas medidas para ser menos contaminantes. De esta forma, el 45 por ciento de los autobuses estará propulsado por gas natural, se ampliará progresivamente la planta de llenado de gas para autobuses con el objetivo de poder incrementar el número de vehículos ecológicos y se incorporará un nuevo vehículo-taller propulsado por gas natural para prestar asistencia mecánica al servicio.