Los Bomberos de la Generalitat continúan trabajando en un incendio declarado el domingo en Tivissa (Tarragona), en la sierra de la Cruz y la Mola de Binirills, donde ha sido desalojada una veintena de personas de trece masías de la zona, informan los Bomberos. La orografía dificulta enormemente las labores de extinción y el fugo, que ya ha quemado un centenar de hectáreas y que empezó el domingo posiblemente a causa de un rayo, sigue fuera de control el fuego.

Una de las vecinas desalojadas, la holandesa Margarite Oliviere, que vive en una casa de campo cerca de la zona del fuego, ha dicho que fue un vecino quien les avisó del avance del fuego esta madrugada y que espera volver pronto para dar de comer a los gatos que siguen en la zona. Aunque es poco probable que el fuego llegue a afectar su vivienda, Oliviere, que está alojada en casa de una amiga de l'Ametlla de Mar. Muchos de los desalojados son holandeses e ingleses que construyeron sus viviendas de forma irregular.

Protección Civil ha puesto en prealerta el plan Infocat durante la noche del domingo y los Bomberos de la Generalitat, que no han podido acceder a la zona del incendio, ha conseguido mantener acotado el fuego. Además, el viento de mistral no ha entrado con la intensidad prevista.

Durante la noche se ha aplicado una táctica defensiva y el fuego se ha mantenido en la zona de confinamiento. Desde primera hora de la mañana, un helicóptero realiza un vuelo de reconocimiento para valorar la evolución del incendio y han empezado a incorporarse tres helicópteros y cuatro aviones para combatir las llamas.

El operativo también está formado por efectivos del cuerpo de Agentes Rurales, de las ADF y de los Mossos. El domingo trabajaron once vehículos de los bomberos y seis medios aéreos. De hecho, un helicópetro tuvo que transportar a los efectivos hasta el lugar por ser una zona de difícil acceso y los camiones de agua pueden acercarse a pocos puntos a causa de la orografía.

Por eso, este lunes los camiones buscarán zonas de emplazamiento en las dos pistas forestales desde donde se puedan aplicar maniobras de extinción en el perímetro del fuego. A media mañana, trabajaban una treintena de dotaciones terrestres y 16 medios aéreos, 12 proporcionados de la Generalitat y cuatro del Ministerio de Medio Ambiente. Los esfuerzos se centran en el flanco izquierdo y la cola del fuego para evitar que se ensanche.

A media tarde de este lunes, el incendio ya había arrasado un centenar de hectáreas de masa forestal y el fuego fuera de control, según ha explicado el Director de Prevención y Extinción de Incendios de la Generalitat, Ramon Parés, en el Centro de Operaciones de Bomberos de la Generalitat de L'Ametlla de Mar (Tarragona).

Parés ha indicado a la prensa que "no hay una previsión muy clara de cómo puede evolucionar este fuego" ya que "tiene una característica muy especifica —habitual en los incendios provocados por rayos— que es el difícil acceso a la zona del fuego". De hecho, en el 99% de la zona afectada no es posible el acceso del Cuerpo de Bomberos por medios terrestres, sino sólo a través de medios aéreos.

Aunque se asegura que la evolución del incendio dependerá de las condiciones meteorológicas de las próximas horas, los bomberos han marcado un perímetro de 600 hectáreas como objetivo para estabilizarlo.

Parés también ha revelado que el Jefe de la Operación decidió el domingo por la noche, en contra de las previsiones, retirar los efectivos desplazados a la zona afectada, concretamente dos unidades de los GRAF que realizaban tareas manuales de extinción. "Nos pareció que era asumir un riesgo excesivo y, atendiendo a la seguridad, se decidió que bajaran durante la noche", ha dicho Parés.