Te dejo mi casa en Pascua y me prestas la tuya

El intercambio de pisos en vacaciones es una opción que nació hace medio siglo en Europa y llegó aquí hace tres años.
Imagina que en estas vacaciones de Semana Santa no sólo cambias de clima, de idioma o de país, sino que además intercambias tu vida con otra persona. De repente te encuentras en su casa, con su perro y sus plantas, y te integras en su cultura mientras ella se empapa de la tuya.

El intercambio de casas  es otra forma de viajar, que permite pasar las vacaciones en casa de otra persona, española o extranjera, mientras ésta disfruta al mismo tiempo de tu casa.

Esto es posible mediante un sistema de catálogos (también están en Internet, aunque sólo son accesibles para socios) donde se publican las ofertas y demandas de todas las casas disponibles y repartidas por América, Europa, África...

Mario Marín, vecino de Valencia, lleva más de un año suscrito a estas páginas: «Cuidan de mi casa y cuido de la suya, el alojamiento es gratis y lo mejor es que conoces realmente cómo se vive en otros lugares».

En este tiempo ha viajado a Nueva York mientras una neoyorquina disfrutaba de su piso en Valencia. También estuvo en Morella, en casa de unos ingleses que se interesaron por la Copa América. Darse de alta cuesta unos 100 euros al año y da derecho a acceder a todas las ofertas y a incluir la tuya. Después, sólo queda elegir destino y disfrutar.

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