El consejero de Salud y Servicios Sociales, José Ignacio Nieto, y el presidente de Cruz Roja en La Rioja, Fernando Reinares, han renovado esta mañana el colaboración mediante el cual la Consejería destina este año 25.000 euros a la financiación de un programa que desarrolla la entidad dirigido a jóvenes con dificultades y al piso de emancipación que la entidad destina a jóvenes con este tipo de circunstancias personales.

En el acto han estado acompañados por la directora general de Servicios Sociales, Carmen Corral, y por el responsable del programa en Cruz Roja, Javier Mangado.

Nieto ha explicado que se trata del programa de acompañamiento a jóvenes con dificultad social y el piso de emancipación de jóvenes que gestiona la entidad desde hace años y que, desde el año pasado, cuenta con el apoyo del Gobierno de La Rioja. Al respecto, José Ignacio Nieto ha recordado que "el año pasado adquirimos este compromiso porque da continuidad a la labor que desarrollamos desde el ámbito de los Servicios Sociales y consideramos importante velar por los jóvenes en esta etapa de transición hacia la vida adulta, con todos los cambios que ello conlleva".

En este sentido, Nieto ha recordado que el programa "ofrece protección a jóvenes que deben abandonar o no pueden acceder al sistema público de protección al cumplir la mayoría de edad, pero que no cuentan con adultos de referencia que les guíen ni les ofrezcan un entorno de apoyo en ese paso a la madurez y a la vida emancipada". Se trata de ofrecerles los mecanismos necesarios para alcanzar la autonomía personal con las mayores garantías.

Para llevar a la práctica este objetivo, Cruz Roja lleva a cabo dos programas diferenciados. Por un lado, el programa de acompañamiento para jóvenes en dificultad, destinado a jóvenes de 16 a 23 años, y por otro, el programa del piso de emancipación, para jóvenes de 18 a 21 años. En el primer caso, el objetivo es ofrecer a los jóvenes que abandonan el sistema de protección la posibilidad de contar con un referente significativo de apoyo social y emocional.

Ese apoyo se materializa en la figura de un voluntario de Cruz Roja debidamente capacitado con el que el joven establece un vínculo personal y que se convierte en su soporte. Además, técnicos de acompañamiento de la entidad elaboran, desde el conocimiento de la realidad del joven, itinerarios individualizados de integración. Con él se trabajan aspectos como el desarrollo personal, las relaciones sociales y la vinculación comunitaria, la inserción formativo-laboral, la participación en talleres formativos, actividades grupales y sesiones formativas.

El pasado año el programa de acompañamiento atendió a 104 jóvenes (67 chicas y 37 chicas.

Piso de emancipación

La segunda parte del programa, el piso de emancipación, ofrece un espacio de alojamiento y convivencia para aquellos jóvenes mayores de edad que se encuentran en proceso de emancipación tras haber vivido en recursos de protección públicos o que se encuentren en situación de riesgo social. También pueden ser acogidos en este recurso jóvenes con una notable problemática personal o familiar que se encuentren en una situación de alto riesgo o vulnerabilidad social.

En 2013 fueron 8 los jóvenes que pasaron por el piso de emancipación (6 chicos y 2 chicas).

De todo ello se encarga un equipo de trabajo integrado por un coordinador; tres trabajadores sociales y un psicólogo. En el caso del programa de acompañamiento, el servicio se desarrolla de lunes a viernes, de 8 a 15 horas; y además, los miércoles, de 16 a 19 horas. Por su parte, el piso de emancipación funciona las 24 horas del día y los usuarios pueden ponerse en contacto telefónico con el coordinador en cualquier momento; la atención presencial del servicio es de lunes a viernes, de 8 a 18 horas.

Además, se ofrece a los jóvenes acompañamiento en su inserción al mundo laboral y social, se diseña con ellos un itinerario formativo-laboral, se les orienta sobre los recursos que existen a su alrededor y a los que pueden acceder, una vez estén listos para emanciparse, se les ayuda a buscar una vivienda, consolidar las habilidades domésticas para gestionar el día a día de manera adecuada en un hogar. Todo ello con una participación muy activa del joven que se implica a fondo en todos los procesos.