Según Carmen Moya, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, esta situación «cada vez es más preocupante», sobre todo porque los adolescentes menores de 18 años tienen el primer contacto con el consumo de alcohol a los 12 años «y en cantidades de atracón los fines de semana».
Y a decir por las estadísticas, no le falta razón. Sin ir más lejos, más de 11.204 adolescentes de aquí (el 65%) reconocen que toman bebidas alcohólicas o hacen botellón los fines de semana, «y el 30% (3.361 jóvenes) llega a emborracharse», señaló Carbonell.
«Lo pueden hacer porque la mayoría de ellos reconocen que es muy fácil acceder a este tipo de bebidas, pese a que a los menores no se les puede vender», explicó.
Campaña informativa
Ante este panorama, el COFA ha iniciado una campaña para aumentar la percepción que los padres tienen del problema del consumo de alcohol entre sus hijos.
Se llevará a cabo en 750 farmacias de la provincia, con el reparto de folletos informativos al cliente en los que se incidirá sobre el peligro de este tipo de bebidas y se explicará cómo detectar si el adolescente bebe.
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