La divinidad griega fue el último 'ninot' en caer pasto de las llamas durante la noche de la 'cremá' de las fallas, el acto central de las fiestas patronales de Valencia que han sido visitadas por cerca de un millón de personas que, en los últimos cinco días, han duplicado la población habitual de la capital del Turia.

El viento fue el principal protagonista de la fiesta: derribó sendos remates de las fallas Exposición-Micer Mascó y L'Antiga Campanar (la cabeza de un juguetero y la jirafa, respectivamente), impidió el disparo de algunos castillos de fuegos artificiales y puso en máxima alerta a los cerca de 300 bomberos que velaron por la seguridad y tuvieron que realizar un centenar de salidas durante la celebración del ritual artístico y pasional del fuego.

No obstante, fuentes del Centro Meteorológico confirmaron que el viento, que llegó a alcanzar ayer tarde los 57 kilómetros por hora, ha concedido una pequeña "tregua" a la capital.

Así, el fuego pudo cumplir su horario y, salvo pequeñas excepciones, devoró rápidamente primero las infantiles y, desde la medianoche, las grandes. A las 00.30 horas le tocó el turno a la ganadora del primer premio de la sección Especial, Nou Campanar, que un año más batió el récord de presupuesto (720.000 euros).

Fallas indultadas

Este año se han salvado de las llamas, al ser indultados por el público, los grupos ("ninots") de Joaquín Sorolla mientras pinta sus "Pescadoras valencianas" (realizada por el artista Paco López Albert para la comisión de Convento Jerusalén), y una escena bucólica de hadas y gnomos que idearon María Valero y Alfredo Villalba para la Falla Almirante Cadarso-Conde de Altea.

Muchos turistas extranjeros contemplaron atónitos cómo el fuego destruyó tanto dinero en un arte que permite tanta variedad de temas, ya que este año era posible encontrar, además de la omnipresente Copa del América, a Michael Jackson, el Dúo Dinámico, Francisco Ibáñez, actores de la prensa rosa o políticos; siempre con el tradicional sarcasmo y su visión ácida y erótica del mundo.

A la una de la madrugada, la falla municipal de la plaza del Ayuntamiento (de 26 metros de altura y obra de Pere Baenas) comenzó a arder tras la orden dada por la Fallera Mayor, Marta Reglero. "La mar al vent" evocaba una épica lucha de Eolo contra una gran ola para que no tomara tierra, todo ello enmarcado en la Copa del América de vela, la vinculación valenciana con el Mediterráneo y la vida cotidiana.

En el balcón del Ayuntamiento estaban también, entre otras autoridades e invitados, el president de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa, Rita Barberá, el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, y el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando.

Seguridad pirotécnica

Las Fallas han estado también marcadas por la explosión de una furgoneta cargada con material pirotécnico en la comisión Azcárraga-Fernando el Católico, que el pasado viernes hirió a 17 personas sin que aún se sepan las causas del accidente.

Ese suceso recuperó la preocupación general por la seguridad pirotécnica, especialmente en un año protagonizado por la moratoria concedida por el Gobierno a la prohibición de que los menores de 12 años puedan tirar petardos. El pasado día 7, a un niño de 10 años le estalló un petardo prohibido para menores de 18.

El trabajo de los servicios de limpieza del Ayuntamiento se vio agravado esta noche por los efectos del viento, que ha "revolucionado" a la suciedad dejada por el ocio festivo -diurno y nocturno, independientemente de la zona de la ciudad- y que se une a las toneladas de cenizas que dejará el arte fallero.

Estas fiestas, de las que este año han informado más de 730 periodistas (más de medio centenar de ellos eran foráneos), prosiguen su ascensión económica, mediática y turística con la ,mirada ya puesta en 2008 cuando la 'cremá' ceda inmediatamente el protagonismo a la Semana Santa.

Se cierran esta noche diecinueve días de 'mascletaes', buñuelos, flores, petardos, calles cortadas al tráfico, turismo, toros, aglomeraciones, conciertos, paellas y negocio, todo ello motivado por la llegada de la Primavera y el deseo de un mundo mejor o, por lo menos, más divertido.