El nuevo Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad, que saldrá a información pública el próximo miércoles, día en el que se publicará en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), incluye entre sus novedades la elaboración de 12 mapas de los riesgos más frecuentes, que van a contribuir a mejorar la "rapidez", "eficiencia" y "calidad" en la intervención, así como uno decimotercero que integra los datos de los otros doce.

Así lo ha explicado en rueda de prensa el consejero de Política Territorial e Interior del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez, quien ha precisado que éste es "un nuevo plan, más que una modificación" puesto que incorpora numerosas mejoras respecto al anterior, de 1995.

Suárez ha estimado que en unos cuatro meses puede recibir el visto bueno en Consejo de Gobierno, tras el periodo de exposición pública, para después ser homologado por la Comisión Nacional de Protección Civil, recibir la aprobación definitiva del Gobierno de Aragón y estar en vigor en 2014. Ha agregado que "tan importante como esto, será su implantación y mantenimiento". El plan se revisará cada cuatro años.

El consejero ha desgranado los tres grupos de riesgos que establece el nuevo plan —naturales, tecnológicos y antrópicos—, de los que ha precisado que los más habituales en la Comunidad son los de viento, inundación, aludes e incendios forestales.

De los mapas de riesgos, ha dicho que van a contribuir a "tomar las medidas necesarias en cada una de las tareas encomendadas", para sostener que el objetivo es "tener un instrumento lo más engrasado posible y que sea lo más eficaz, tanto en la rapidez de respuesta como en la calidad", contribuyendo también a la prevención, protección y recuperación de las emergencias para minimizar su impacto en vidas y bienes de la población.

Los 12 mapas plasman los riesgos de inundaciones, incendios forestales, sismos, viento, aludes, deslizamientos, hundimientos, transporte de mercancías peligrosas, transporte de mercancías peligrosas por carretera, transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril, químicos y radiológicos.

AVISOS

El consejero de Política Territorial ha comentado que otra de las mejoras se ha realizado en el ámbito de los aviso y alertas, para que "cuando pueda haber alguna posibilidad de riesgo esté todo el mundo avisado, no solo los medios de intervención, sino también la población civil, los alcaldes y los responsables de las comarcas", ha sostenido Suárez.

Además, se ha referido al catálogo de recursos, que reúne los medios públicos y privados disponibles y ha puesto como las clínicas privadas, para comentar que si bien ahora ya se contaba con ellas, gracias al plan se han podido saber todos los servicios con que cuentan, de forma que los recursos se han "protocolizado, ordenado y se cuenta con todos al cien por cien".

Suárez ha añadido que había que adecuar el plan de 1995 a la Ley de Protección Civil y Atención de Emergencias del año 2002, que establece la obligación de revisar los planes de protección civil en un plazo de cuatro años, aprobar el catálogo de riesgos, elaborar los mapas de riesgos y elaborar un catálogo con todos los recursos disponibles.

Además, el nuevo plan se adecua al nuevo modelo territorial aragonés de municipios, comarcas y provincias; incluye el Centro de Emergencias 112 SOS Aragón, que se creó en 1998, y actualiza los cambios en el organigrama de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, con la inclusión de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se puso en marcha en 2005.

El consejero de Política Territorial e Interior ha recalcado que "el plan prevé los mecanismos que permiten la movilización y la organización de los recursos materiales y humanos necesarios para hacer frente a las emergencias generales que se puedan presentar en Aragón", ofreciendo "un instrumento de respuesta inmediata".

Además, como plan director, "establece las normas para la elaboración de los planes de emergencia de orden inferior, como los municipales, comarcales o especiales, de manera que todos "se coordinan bajo el mismo marco normativo".

FUNCIONES

Dos de las seis funciones básicas del plan son la previsión, en cuanto se refiere al análisis de los supuestos de riesgo, sus causas y efectos, así como de las zonas que pudieran resultar afectadas, y la prevención, relativa al estudio e implantación de las medidas oportunas para mantener bajo observación, evitar o reducir las situaciones de riesgo potencial y daños que se pudieran derivar de estas.

El resto son la planificación de las líneas de actuación para hacer frente a las situaciones de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública que pudieran presentarse; la intervención encaminada a proteger y socorrer la vida de las personas, sus bienes y el medio ambiente; la rehabilitación, dirigida al restablecimiento de los servicios públicos indispensables para la vuelta a la normalidad, y la formación de los ciudadanos y de los servicios de emergencia.

Clasificación de riesgos

El nuevo plan señala como riesgos naturales las inundaciones, incendios forestales, riesgo meteorológico, riesgo geológico y riesgo sísmico, y como riesgos tecnológicos, el transporte de mercancías peligrosas, conducciones de transporte de hidrocarburos y electricidad, actividades industriales, radiológico y nuclear.

Los riesgos antrópicos son el transporte civil, concentraciones humanas, actividades deportivas, establecimientos de pública concurrencia, fallos en suministros esenciales, incendios urbanos, derrumbes y colapso de edificaciones, riesgo sanitario, acciones terroristas, delincuencia y actos vandálicos y riesgo bélico.