Los aragoneses se beneficiaron de las ayudas del plan para comprar lavavajillas, frigoríficos, congeladores y lavadoras de gama alta (de clase A , A+ y A++) , que pueden llegar a consumir hasta tres veces menos energía que los tradicionales. En el mercado se encuentran a partir de 240 euros.

Una lavadora de este tipo, por ejemplo, consume a lo largo de su vida un 40% menos que una de calidad media (clase D), lo que supone un ahorro de 200 euros en energía y más de 35.000 litros de agua, con lo que a la larga «la compra de electrodomésticos eficientes es una inversión», según indican los especialistas del departamento de Industria y Energía.

Un proyecto seguro

La DGA pretende sustituir, a través del plan, 85.000 electrodomésticos en hogares aragoneses, de los cuales alrededor de 60.000 tienen una antigüedad superior a los 10 años. Ya se han invertido 980.000 euros en la primera fase del Plan Renove (que durará hasta 2012) y se prevé una cantidad similar para la siguiente edición, que tendrá lugar a lo largo de 2007, aunque todavía no hay fecha.

«Ha sido un verdadero boom, que resulta casi increíble», aseguran los comerciantes del sector, que han incrementado sus ventas en casi un 30% en los últimos meses. Las lavadoras y los frigoríficos combi (que poseen un congelador de más capacidad) han sido los electrodomésticos más demandados por los aragoneses.

Para obtener los descuentos en los aparatos, los consumidores sólo tenían que dirigirse a los 214 pequeños comercios adheridos al plan o a las grandes superficies.

Un negocio para los comercios

Los centros adheridos al Plan Renove han vendido una media de entre 200 y 300 electrodomésticos al día. Un 58% de las ventas las ha gestionado el pequeño comercio, frente al 42% de las grandes superficies. Los establecimientos recibirán 5 euros por la molestia del papeleo y por llevar el viejo aparato a un gestor que lo destruya y recicle, según la normativa.