Editores de CyL organizarán en octubre unas jornadas con distribuidores para incrementar su presencia en Latinoamérica

El Gremio de Editores de Castilla y León organizará el próximo mes de octubre unas jornadas con distribuidores para tratar de incrementar su presencia en Latinoamérica y paliar, de este modo, la caída del 81,96 por ciento de la facturación en el mercado exterior.
De izq. A drcha., César Sanz. Ricardo de Luis y Carlos Fresno en rueda de prensa
De izq. A drcha., César Sanz. Ricardo de Luis y Carlos Fresno en rueda de prensa
EUROPA PRESS
De izq. A drcha., César Sanz. Ricardo de Luis y Carlos Fresno en rueda de prensa

El Gremio de Editores de Castilla y León organizará el próximo mes de octubre unas jornadas con distribuidores para tratar de incrementar su presencia en Latinoamérica y paliar, de este modo, la caída del 81,96 por ciento de la facturación en el mercado exterior.

Así lo ha explicado este miércoles el presidente del Gremio, Ricardo de Luis, quien arropado por el vicepresidente, César Sanz, y Carlos Fresno, miembro también de la Directiva, ha presentado las últimas cifras de actividad del colectivo, que ha vinculado a la celebración de la mencionada jornada.

En concreto, tendrán lugar en Valladolid en el mes de octubre, coincidiendo con las ferias Liber y de Frankfurt, y buscará reunir a los comerciales de cadenas de distribución y librerías que acuden a ambas citas a fin de presentarles las empresas que integran el Gremio.

Se trata, ha precisado, de crear vínculos comerciales para tratar de incrementar su presencia, especialmente, en el mercado latinoamericano dado que la facturación total en el mercado exterior cayó en el año 2013 un 81,96 por ciento en relación a 2012.

Las empresas del sector atraviesan una situación "delicada y con grandes dificultades", tal y como lo reflejan las cifras correspondientes al pasado ejercicio, que sitúan en el 22,52 por ciento la caída de libros editados; en el 21,74 por ciento el descenso de trabajadores por cuenta ajena y en el -11,36 por ciento la facturación total.

Asimismo, la facturación en el mercado interior cayó pero ostensiblemente menos que en el exterior (-3,78 por ciento), al igual que la digital (-2,92 por ciento); los trabajadores autónomos se mantuvieron mientras que el fondo editorial creció un 0,4 por ciento, lo que la convierte en la única cifra positiva del balance realizado por el Gremio.

Las causas

De Luis ha vinculado estos datos con tres causas: la crisis y las consiguientes caída del consumo y dificultad para acceder al crédito; los cambios de hábito en el consumo de ocio, que ahora se dirigen más hacia los multimedia, y la falta de campañas de lectura, lo que tiene una "gran incidencia" en el sector del libro, y por último la piratería.

En referencia a este último aspecto, el presidente del Gremio ha asegurado que se trata de un factor que "lentamente erosiona y mucho" la actividad de las empresas, a lo que César Sanz ha añadido que, según un estudio de la Federación del Gremio de Editores de hace dos años, la piratería había conllevado un recorte de 15.000 empleos en las industrias culturales y 7.000 millones de euros menos ingresados.

Las soluciones radicarían, para De Luis, en la creación de otra mentalidad y de una cultura de "respeto y reconocimiento" al trabajo de otros, especialmente en el caso de los editores, cuyo margen comercial es "muy pequeño", así como por intensificar las medidas de manera que, como ocurre en otros países, se puedan controlar las descargas ilegales.

No obstante el Gremio, que acude a distintas ferias para intentar abrir negocio y además organiza actividades formativas propias para sus asociados, mantiene aproximadamente la cifra de editores ya que las bajas se compensan con nuevas incorporaciones y ha avanzado en la senda de la eficacia en la distribución, logística e impresión.

En la misma línea, se ha referido al "esfuerzo" que realizan para adquirir herramientas de impresión digital.

Su ausencia en la feria del libro

César Sanz ha hablado, a preguntas de los medios, sobre su ausencia en la Feria del Libro de Valladolid, lo que ha achacado a la caída de ventas de entre el 30 y el 50 por ciento que sufrieron el primer año que la cita cambió su ubicación desde Campo Grande a la Cúpula del Milenio.

"Teníamos un compromiso con el Ayuntamiento para buscar otro emplazamiento si la Cúpula no era el correcto y como decidieron que se consolidaba el modelo, nosotros no podíamos arriesgar más dinero", ha explicado antes de poner en valor la labor que hacen por la cultura local y regional.

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