El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, propuso este martes a la Rada Suprema (Legislativo) aprobar una nueva Constitución antes de las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 25 de mayo.

"El Gobierno llama a todas las fuerzas políticas a consensuar y redactar antes del 25 de mayo el texto de la nueva Constitución de Ucrania", aseguró Yatseniuk durante una sesión transmitida en directo por la televisión.

Seguidamente, ese texto sería remitido a la Comisión de Venecia, el órgano consultivo del Consejo de Europa en materia constitucional.

Yatseniuk subrayó que el fin de la nueva Carta Magna "no es la lucha por el poder, sino su reparto" con el fin de evitar tendencias autoritarias, en alusión al depuesto presidente Víktor Yanukóvich, ahora exiliado en el sur de Rusia.

"Prácticamente no hay tiempo (...)- El país debe ver una nueva Constitución antes del 25 de mayo. El monopolio del poder debe terminar y en su lugar debemos instaurar un nuevo monopolio: el del poder del pueblo de Ucrania", dijo.

A su vez, Yatseniuk planteó reducir considerablemente las facultades del presidente, como la de nombrar a los ministros de Defensa y de Exteriores, además de eliminar la figura de los gobernadores designados por el jefe del Estado. "Las administraciones estatales en las regiones son un rudimento del poder soviético. Deben ser liquidados", dijo.

En ese caso, el gobernador ya no será designado por el presidente, sino que será elegido a partir de ahora por la población de cada región, una clara concesión a las demandas de los prorrusos del este del país.

En materia de descentralización, Yatseniuk abogó por ceder a las autoridades locales gran parte de las facultades del Gobierno central en material política, económica, social y humanitaria.

El nuevo delegado del Gobierno en cada región simplemente se encargaría de velar por el cumplimiento de la ley, pero ya no tendría ninguna influencia en la elaboración del presupuesto local.

Además de la reforma constitucional, la Rada debía debatir este martes la convocatoria de un referéndum sobre el modelo de Estado, en un intento de aplacar los ánimos separatistas prorrusos en el sureste del país.

Las organizaciones prorrusas se proponen celebrar el 11 de mayo un referéndum en la región de Donetsk, epicentro de la sublevación contra Kiev, sobre la federalización del país con el fin de incrementar las competencias de los Gobiernos regionales.

Algunos políticos han propuesto hacer coincidir el plebiscito con las presidenciales, mientras otros consideran que debe ser el presidente que sea elegido en esos comicios el que convoque la consulta popular.