Se trata, en la mayoría de los casos, de puestos de trabajo de baja cualificación que no requieren estudios específicos ni una excesiva experiencia previa. Las personas que se decantan por estos empleos  consideran que tienen más posibilidades de colocarse en un puesto de trabajo tradicional que en uno relacionado con sus estudios, según explican varios expertos consultados. «Son sectores con una gran movilidad que, aunque no ofrecen altos salarios, sí suelen garantizar un puesto», explican.

Hasta el 20% de los que demandan estas ocupaciones tienen estudios universitarios o técnicos y sólo entre el 12% (en el caso de los peones) y el 43% (en los administrativos) aseguran tener más de dos años experiencia.

Peones de construcción de edificios, mozos de carga y descarga, camareros, reponedores de hipermercado, ordenanzas, cajeros de comercio son algunos de los trabajos que también acumulan grandes demandas de empleo (por encima de las 3.000).

Entre los trabajos más especializados, los más demandados son los de maestro de primaria (870), profesor de idiomas (567), trabajador social (515), abogado (416) o enfermero (409).

Las claves

Con mucha especialización: Arqueólogo (66 demandas de empleo), químico (185), biólogo (62), director general de empresa (73) o fisioterapeuta (84) son algunas de las profesiones demandadas que mayor especialización requieren.

Sanitarios: Son algunas de los puestos cualificados que más solicitudes tienen. Destacan los auxiliares de enfermería para hospitales (1.197), los de geriatría (1.764), los de clínica (1.500) o los enfermeros (409).

Difusión del empleo: La DGA destinará 8,5 millones a agentes económicos y sociales para la ejecución de programas y servicios para el empleo.