Para indemnizar retrasos como éste, la patronal Pimec pidió ayer a Renfe que reembolse a los viajeros el importe de los billetes y cifró en 1,36 millones de euros el impacto económico que supone un retraso de diez minutos para el tejido empresarial catalán. Este coste se ha estimado partiendo de los 400.000 trabajadores que usan Cercanías en Barcelona, de las 1.746 horas que trabaja de media anual cada empleado y del coste que éstas suponen para las empresas: 15,55 euros por unidad. Datos inexactos para Renfe, que dice que el 92, 57% de los trenes llegan con puntualidad.

Por su parte, Adif informó ayer que ya ha reabierto la pasarela peatonal situada junto a la estación de ferrocarril de Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat, tras la construcción de las pantallas del tramo soterrado de la línea de alta velocidad.