La muerte de un hombre que fue arrastrado más 300 metros por un conductor que se dio a la fuga el pasado domingo en San Blas ha puesto en el punto de mira la seguridad de los peatones.

Según el mapa que dibujan la Policía Municipal y el Cuerpo de Agentes de Movilidad, la ciudad de Madrid tiene una treintena de localizaciones críticas para los viandantes. La mayoría de ellas se concentra en los distritos de Centro, Salamanca, Chamartín y Moncloa-Aravaca, donde se encuentran las zonas de ocio, de negocios, los colegios y los intercambiadores de transporte. Sin embargo, el problema se extiende a la periferia, lo que ha obligado al Ayuntamiento a ampliar el control de las vías con mayor circulación.

En primer lugar, constituyen zonas sensibles los ejes Norte-Sur (Paseo de la Castellana, eje Prado-Recoletos) y los bulevares (calle de Génova, Sagasta, Carranza, Alberto Aguilera y Marqués de Urquijo). "Son puntos donde muchos conductores superan la velocidad máxima de 50 kilómetros/hora establecida para los núcleos urbanos. En cuanto el tráfico es ligero, se pisa el acelerador, lo que hace que cueste más frenar con seguridad y que se superen las señales", detalla un policía municipal.

Los usuarios también suelen ignoran la señalización a la hora de girar en la plaza de Gregorio Marañón, la Plaza Colón, Francisco Silvela con Diego de León o Henri Dunant con la Plaza del Presidente Cárdenas: "Se saltan el segundo semáforo que regula el giro por no esperar o porque van a demasiada velocidad, lo que puede hacer que lleguen a los pasos de peatones cuando la gente aún está pasando, algo que se extiende a otros cruces y conexiones de forma habitual".

En otras ocasiones, el problema lo crea la propia regulación o la extensión de los pasos de cebra. Ocurre, por ejemplo, en Gran Vía con San Bernardo o en Goya con Serrano, donde el disco se cierra antes de que el peatón haya alcanzado el otro lado. En Atocha es habitual ver a rezagados saliendo de las islas intermedias que separan los carriles de los distintos sentidos cuando el semáforo ya está en verde para los coches.

En Fermín Caballero o en Príncipe de Vergara —entre Francisco Silvela y Pradillo— los vecinos suelen cruzar por lugares no habilitados a pesar de que la velocidad de los automóviles y la densidad circulatoria les pueden jugar una mala pasada.

Porque, si a los conductores les gusta correr al volante, los viandantes tienden a cruzar mal por sistema, según los agentes de movilidad: "Ocurre mucho junto a las paradas del metro y es palmario en las de la EMT. A veces tenemos la sensación de que la gente prefiere jugársela y perder la vida antes que perder el autobús. Es increíble lo que llega a verse".

Los agentes también consideran puntos de riesgo los 26 enclaves en los que el Ayuntamiento ha instalado cámaras automáticas para multar a los vehículos que rebasen los semáforos en rojo.

La lista incluye Hermanos García Noblejas, la Avenida de los Poblados, la carretera de Húmera, O'Donnell, Cardenal Herrera Oria, el Camino de los Vinateros, Ventisquero de la Condesa, la Avenida de Andalucía y Sinesio Delgado. También, la Avenida de Córdoba, la Vía Lusitana, Sinesio Delgado, Menéndez Pelayo, la Avenida del Mediterráneo, Francisco Silvela, Fuente Carrantona o Pí i Margall.

En el conjunto de 2012 hubo 1.494 accidentes, 1.629 heridos y 21 fallecidos. Las cifras bajaron a 1.485 incidentes, 1.627 atendidos y 18 defunciones. En lo que va de año se han registrado 253 siniestros con 278 afectados, exactamente las mismas cifras que en los dos primeros meses del pasado ejercicio.