Los representantes de CIG en la Administración pública han replicado este viernes que "quien necesita un código ético es el Partido Popular" y no los empleados públicos, por lo que el sindicato ha avisado de que no consentirá que "el amigo de un narcotraficante" les "dé lecciones" en este ámbito.

En un comunicado, la organización se refiere al código ético aprobado este jueves en el Consello de la Xunta, que afecta a todos los empleados públicos y que les impide aceptar "regalos", así como obsequios institucionales que superen el valor de 90 euros. A juicio de la CIG, el PP "pretende culpabilizar" a los trabajadores de la administración "de la corrupción de su partido".

Se trata, añade la organización, de "inadmisibles lecciones de ética de la persona —en alusión al presidente de la Xunta y el PPdeG— que lidera el partido que bate récords en casos de corrupción". La CIG, "no se va a prestar a este juego inmoral que solo sirve para lavar la imagen de un PP con la mácula de la corrupción".

A juicio del sindicato, "el nexo entre el desmantelamiento del estado del bienestar y la corrupción política es evidente" y es "precisamente la existencia de empleados públicos uno de los frenos para impedir que se siga metiendo la mano en las arcas públicas".

El "foco de la corrupción" está en la esfera en la que se toman las decisiones políticas y entre las personas que "de forma intrusiva planean sobre las administraciones públicas, como asesores, altos cargos, personal de confianza y de libre designación".

"En un ambiente 'corruptógeno', en el que se mercantilizan los servicios públicos y son fuente de lucrativos negocios, en el que los bienes públicos son mercancía, es donde se prestan a hacer negocio los que consideran que son parte de la operación mercantil de su venta", acusa la CIG, que agrega que no consentirá que "ante la pregunta de si los cargos del PP roban, se conteste que los empleados públicos necesitan un código ético".