El príncipe Felipe pasó un rato disfrutando de la compañía de sus amigos, que consiguieron arrancarle unas sonrisas después de los duros momentos que atraviesa tras la muerte de su cuñada Érika.

El Príncipe de Asturias no estuvo acompañado de la princesa Letizia, que tiene que guardar reposo debido a su avanzado estado de gestación.

Felipe de Borbón se mostró relajado y compartió gestos de complicidad con sus amigos en estos duros momentos que atraviesa la familia de su esposa.