Por pura casualidad, conocí a la directora de una empresa en la feria de Valencia. Estaban buscando a un diseñador occidental que hubiese acabado los estudios recientemente. Tuvimos una breve charla y me ofreció ir con ella a Frankfurt para ver si valía la pena por ambas partes que me fuera a China.

¿Qué hizo allí?

Era el principal diseñador del producto. Hacía algo de diseño gráfico y colaboraba en catálogos y stands.

¿Cómo fue su experiencia?

Muy positiva. A nivel profesional y personal.

¿Los sueldos son más altos?

Si trabajas para una empresa china no lo son. He conocido a pocos trabajadores de oficina que cobraran más de 250 euros. Si eres enviado por una empresa occidental, las condiciones suelen ser incluso mejores que las que puedes encontrar aquí.

¿Se están haciendo cosas con un diseño vanguardista que no se fabrican aquí?

China aún no es Japón. Intentan estar a la última y se dejan influir mucho por todo lo nuevo, aunque no lo sea en Europa.

¿Cree usted que los empresarios están haciendo una apuesta por el diseño?

Pienso que sí. Parece que quieren huir del copy-copy e invierten más en la imagen, pero las etiquetas de ser baratos y de peor calidad les costará quitárselas.