El Grupo de Música Antigua de la Universidad de Valladolid (UVA) rendirá homenaje en 2015 a Santa Teresa con un repertorio integrado por obras de compositores contemporáneos de la Santa recogidas en un cancionero ubicado en Valladolid.

El proyecto, según lo explica el director de la formación, Ignacio Nieto, busca rendir homenaje a Santa Teresa en el quinto centenario de su nacimiento y, de manera paralela, arrojar luz sobre algunos nombres de la composición castellana de aquella época.

En una entrevista concedida a Europa Press, Nieto ha precisado que de mano de ese proyecto rescatarán del olvido a creadores desconocidos o apenas afamados cuyas obras, no interpretadas hasta ahora e incluso inéditas, permitirán tejer un programa que tiene su origen en un cancionero de Valladolid en cuyo estudio se encuentran inmersos en la actualidad.

"La globalización nos ha hecho ceñirnos a los cuatro grandes y el Grupo de Música Antigua quiere, frente a esa realidad, acercarse a quienes no fueron Mozart o Beethoven", apuesta el joven director antes de incidir en que, además, la historia local "está para eso".

Esta filosofía impregna, a su juicio, toda la historia de la música, que se crea gracias a una red de compositores integrada por los más y los menos afamados y que nace de la unión de los "grandes puntos" (los primeros) con los que, a su juicio, no están "puestos en valor" (los segundos).

Por ello es la puesta en valor de repertorios que nunca han sido difundidos o investigados, preservados en muchos casos en los archivos catedralicios, uno de los objetivos de esta formación, creada en el año 1999 en el contexto de la extensión universitaria de la UVA y que, en su condición amateur, persigue precisamente el rescate, a través del estudio y la divulgación, de ese patrimonio musical.

Música antigua y teatralización

El Grupo de Música Antigua, que en sus 15 años de andadura ha fraguado un repertorio que reúne nombres como Tomás Luis de Victoria, Francisco Guerrero, Juan Vasquez, Pedro Ruimonte, Marturiá, Escobar, Cristóbal de Morales, Zielenski, Juan de la Encina, Fray Gerónimo González, Gaspar Fernandes, Claudin de Sermisy, Nicolas Gombert o Antonio de Salazar, además de Biagio Marini, Falconieri y Ortiz, ha emprendido en los últimos años una nueva senda: la de la convivencia de la música y las artes escénicas.

Fue en este escenario en el que, ya de la mano de Ignacio Nieto, el Grupo creó en el año 2012 'La Barca del Infierno', que parte de los textos clásicos del portugués Gil Vicente, del siglo XV, y de Lope de Vega para trasladar al público una alegoría sobre el pecado y su castigo de mano de música recogida en cancioneros del Renacimiento español como el de Palacio o el de Segovia.

Este proyecto buscaba "hacer de la música antigua música de hoy", para lo que se hacía necesario cambiar el formato de la interpretación, según Nieto, quien asegura que el Grupo mantendrá las dos líneas de trabajo: la estándar, que también deja hueco para variaciones, y la teatralizada.

"Encasillarnos no es bueno... hicimos una inversión fuerte y funcionó: el resultado fue muy bueno y conseguimos llegar al público", se congratula Nieto, quien bajo la premisa de que el tradicional formato de concierto está "obsoleto", insiste en la necesidad de apostar por la innovación y la formación, como hizo el Grupo con 'La Barca del Infierno'.

Lejos de conservadurismos, el musicólogo aboga por desprenderse del "halo" que persigue a los directores para conseguir el acercamiento real entre su trabajo y el público que, en su caso, supone romper barreras entre las personas que acuden a escucharles y los tres intérpretes de viola de gamba, la flauta de pico, el violín barroco y la cuerda pulsada que, junto con dos sopranos, dos altos, dos tenores y dos bajos, conforman la agrupación.

El "núcleo duro" de la formación desde que él se puso al frente en el año 2009 —previamente había sido organista— son las voces, que llegaron casi con él, como el resto de músicos: su llegada supuso la refundación del grupo y su reorientación musical desde los siglos XVII y XVIII hacia el Renacimiento español.

Esa vuelta atrás hacia los siglos XV y XVI ha protagonizado la trayectoria del Grupo de Música Antigua en los últimos cuatro años, en los que proyectos como un monográfico sobre Tomás Luis de Victoria le ha permitido ratificarse en su misión: la divulgación del patrimonio musical español.