El guardia civil que informó a Liñares cuando estaba detenido fue sancionado con 5 días de empleo y sueldo

El guardia civil que dio informaciones sobre el desarrollo de la 'Operación Pokémon' al que fue presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y concejal socialista en Lugo, Francisco Fernández Liñares, cuando permanecía en el cuartel detenido, fue sancionado con cinco días de sueldo y suspensión de funciones, acusado de una "falta grave" por "negligencia en el cumplimiento de las obligaciones profesionales o de las órdenes recibidas".

El guardia civil que dio informaciones sobre el desarrollo de la 'Operación Pokémon' al que fue presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y concejal socialista en Lugo, Francisco Fernández Liñares, cuando permanecía en el cuartel detenido, fue sancionado con cinco días de sueldo y suspensión de funciones, acusado de una "falta grave" por "negligencia en el cumplimiento de las obligaciones profesionales o de las órdenes recibidas".

El 22 de marzo de 2013, la Guardia Civil informó a la jueza que investiga la supuesta trama de pago de sobornos a políticos de que se había incoado un procedimiento disciplinario por falta grave a Xosé Antón Liñares Neira, el guardia civil de quien, por aquel entonces, se presumía que había informado a Liñares de los detenidos ordenados por la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, Pilar de Lara.

Según figura entre la documentación incluida en la cuarta entrega del sumario de esta operación, al que ha tenido acceso Europa Press, el expediente fue resuelto el 21 de junio de 2013, considerándose "hechos probados" que el agente, estando de servicio el 22 de septiembre de 2012, acompañó a su compañero a suministrar la comida a los detenidos que se encontraban en las celdas del acuertelamiento y que, cuando el otro guardia civil fue a calentar la comida, el expedientado "aprovechó la ocasión para entablar conversación con el detenido" Francisco Fernández Liñares.

En esta interlocución, tal y como consta en el expediente, el guardia civil Liñares Neira "no se limitó a preguntar al detenido sobre sus necesidades higiénicas, sanitarias, alimenticias o personales, sino que, extralimitándose en sus obligaciones, facilitó al detenido la identidad de otras personas detenidas" en esta operación, así como "información que estaban publicando los medios de comunicación".

Además, el arrestado pidió que llamase a su mujer, lo que realizó ese mismo día, lo cual se sabe porque el teléfono se encontraba intervenido judicialmente. En esa interlocución se abordaron datos sobre el propio Fernández Liñares y otros detenidos.

No constan órdenes orales o por escrito

El expediente señala que "no consta" que, verbalmente o por escrito, se hiciese indicación alguna de las "condiciones especiales" de la detención de Fernández Liñares, así como de la existencia de una orden expresa de incomunicación, aunque "el guardia civil supuso que las habría, por lo que dicha circunstancia no atenúa ni exime de responsabilidad".

Tras serle comunicados los cargos que se le atribuyen, el agente expedientado mostró su conformidad con los mismos y aceptó la pérdida de cinco días de empleo y sueldo, la sanción propuesta por el instructor, por "falta grave".

Conversación con un testigo y carpeta

Por otro lado, una declaración de un testigo que estuvo con Liñares en dependencias de la Guardia Civil mientras se encontraba detenido antes de pasar a disposición judicial revela que comentó que cuando le preguntó "¿a la cárcel no irás?" el arrestado le respondió: "Voy, voy".

Según recordó el testigo, para quitar hierro al asunto le comentó que no sería para tanto y pensó que no iría a la cárcel, pero recordó que Liñares le dijo: "Que sí, que hay cohecho acumulado".

Por otra parte, entre los efectos intervenidos en la residencia del exconcejal lucense fue intervenida una carpeta "perfectamente ordenada, con todos los documentos procesales", según señala, en el segundo interrogatorio al que fue sometido Liñares, la instructora de la Operación Pokémon, quien llama la atención acerca de que tuviese en su poder ciertos escritos.

Así, en la comparecencia en sede judicial del 15 de octubre de 2012, Pilar de Lara pregunta a Fernández Liñares las razones por las cuales tenía en esa carpeta hallada en su domicilio una declaración de perjudicada de la también jueza en Lugo Estela San José, instructora de la Operación Campeón, que también salpicó a varios políticos; y una copia de la declaración que prestó como testigo un policía local en las diligencias de la Operación Carioca, que también instruía Pilar de Lara y cuyos pinchazos fueron el germen del caso Pokémon.

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