La sentencia, que obliga a la Diputación a indemnizar a 15 vecinos por sufrir contaminación acústica, acredita que el ruido incide en la «pérdida de la calidad de vida» y que, de hecho, ha acarreado «cambios importantes en los hábitos de vida» de los vecinos.

Por este concepto, el tribunal considera que cada uno de los vecinos debe recibir un total de 13.522 euros. Sin embargo, la pérdida del valor inmobiliario de los pisos tiene una indemnización mucho mayor.

Así, cada uno de los dueños de las viviendas recibirá por el concepto de «minusvaloración inmobiliaria» alrededor de 42.000 euros. La sentencia estudia uno a uno el caso de los vecinos afectados para determinar las indemnizaciones concretas. Van de los 35.000 a los 65.000 euros.