Uno de cada cuatro jóvenes españoles no puede comer carne a menudo ni comprarse ropa

  • Los españoles son los jóvenes europeos más empobrecidos por la crisis.
  • El porcentaje de jóvenes que vive con carencias severas (no poder comprar carne o pescado, ni ropa nueva) sube del 8% al 28% en España en 4 años.
  • Eurofound edita el estudio más exhaustivo sobre calidad de vida de los jóvenes.
  • La principal conclusión: cada vez más jóvenes viven en casa de sus padres.
  • Los españoles y los griegos, los que más han dejado de confiar en su Gobierno.
Dos jóvenes 'indignados' se abrazan durante una sentada.
Dos jóvenes 'indignados' se abrazan durante una sentada.
JORGE PARÍS
Dos jóvenes 'indignados' se abrazan durante una sentada.

Los jóvenes españoles de entre 18 y 29 años no son los más pobres de la UE-28, pero sí los que más se han empobrecido por la crisis. Así lo refleja un estudio de la agencia Eurofound (PDF) sobre la calidad de vida de la juventud europea. En cuatro años, los jóvenes que admiten sufrir carencias materiales severas en España ha pasado del 8% (2007) al 28% (2011). España es el país europeo en el que más ha subido este indicador de pobreza.

Por "carencias materiales severas" (serious deprivation) Eurofound entiende no solo que no se dispone de renta suficiente para costearse unas vacaciones o para cambiar los muebles viejos de la casa, sino que tampoco se puede calentar apropiadamente el hogar (pobreza energética), comprar carne o pescado varias veces en semana, o adquirir ropa nueva. Más de uno de cada cuatro jóvenes españoles vive en esas condiciones, sin acceso a productos considerados de primera necesidad. El empobrecimiento en España ha subido en 20 puntos por la crisis, más incluso que en Grecia, donde ascendió en 15 puntos.

El informe que arroja este dato revelador, 'Situación social de los jóvenes europeos', está considerado el estudio más exhaustivo a nivel europeo sobre la calidad de vida de los jóvenes. Su principal conclusión, a nivel continente, es que cada vez se retrasa más la edad de emancipación en Europa. Antes de la crisis el 44% de los menores de 30 años permaecía en casa de papá y mamá, un porcentaje que en el año 2011 subió hasta el 48%.

Emancipación más tardía

Hay países en los que el incremento de jóvenes incapaces de emanciparse asciende enormemente: Hungría, Eslovenia o Polonia. En España este indicador no ha variado sustancialmente, aunque ha subido del 45% al 49% y continúa siendo de los más altos. Uno de cada dos menores de 30 años vive en casa de los padres. El estudio también asegura que los chicos retrasan más su independencia, en relación a las chicas.

"La crisis ha afectado especialmente a los jóvenes, más que a otros grupos de edad", aseguran los autores de un informe que evalúa las consecuencias de la "expulsión del mercado laboral" que padece la juventud europea. La encuesta, realizada a 7.300 personas, analiza criterios objetivos (como la renta) y subjetivos (la satisfacción personal o la esperanza puesta en el futuro).

Uno de cada cinco europeos admite sentirse excluido socialmente, debido a los obstáculos y dificultades para encontrar su camino. En España concretamente, los jóvenes que viven con sus hijos y sus padres bajo el mismo techo —en los conocidos como 'hogares sandwich'— son los que más penurias padecen. Ellos sufren en mayor grado la privación de productos básicos. También son los que se sienten más excluidos, precisamente por su falta de autonomía.

Confianza en las instituciones

Los jóvenes españoles no perciben, sin embargo, demasiados problemas en su atención sanitaria. La principal queja que plantean es en relación a las listas de espera. Sobre la percepción de su estado anímico, la juventud española se valora positivamente, aunque haya descendido este factor en los últimos cuatro años. Son de los europeos que mejor concepto tienen de su propia salud mental.

El informe también mide la confianza de los jóvenes en las principales instituciones públicas. Esta franja de edad tiene parecida confianza que los adultos en casi todas las instituciones, salvo en la Policía, que se revela menor entre la juventud. Sin embargo, es la única institución en la que no ha menguado la confianza en cuatro años. Sí ha descendido la fe en el Gobierno, en el Parlamento, en la prensa y en el sistema judicial.

Los españoles son, junto a los chipriotas y a los griegos, los que peor valoran ahora a su Gobierno con respecto a 2007. Ese año los españoles puntuaban con un 5,5 sobre 10 al Gobierno, mientra en 2011 la nota se rebajó al 3,5. Solo obtienen peor nota reciente los gobiernos de Portugal, Chipre, Eslovaquia, Grecia, Rumanía y Eslovenia.

Y ¿cómo ven el futuro los jóvenes españoles? Peor que hace cuatro años también. En 2007, un 78% de los jóvenes decía ver con esperanza su futuro. Cuatro años después solo mantenían la visión el 65%.

Javier, 29 años: "Dependemos de nuestros padres para un montón de cosas"

Javier se fue relativamente pronto de casa de sus padres, a los 24 años. Compartía piso con unos amigos, tenía un buen empleo en el sector audiovisual y entonces ganaba 1.500 euros al mes. "Era el rey del mundo", cuenta. Ahora tiene 29 y, aunque tarde, la crisis le acabó pillando. "Perdí el trabajo hace dos años, justo cuando me acababa de mudar con mi chica", explica.

"Al principio parecía algo temporal, pero en seguida me di cuenta de que no y el tiempo iba pasando. Cuando solo quedaban unos meses para agotar el paro decidí buscar de lo que fuera. Ahora trabajo de camarero. Ya lo había hecho antes, cuando estudiaba la carrera, pero donde antes ganabas 1.100 euros más propinas, ahora ganas 850. Es lo que hay", dice resignado.

La situación de su chica no es mucho mejor. "Encadena un trabajo temporal detrás de otro, en centros comerciales, etc. Los sueldos son de risa y dependemos de nuestros padres para un montón de cosas, como ir al dentista, comprar ropa o cualquier gasto imprevisto. Para hacer la compra llevamos una lista con lo básico y sin caprichos que cumplimos a rajatabla". ¿Y salir a cenar fuera? "De eso ni hablamos, salvo en contadísimas ocasiones, si hay algo muy especial que celebrar. Casi siempre acabamos en casas de amigos tomando algo".

Lo que más le pesa es tener que posponer la decisión de tener un hijo. "Los dos nos morimos de ganas, pero por ahora es imposible. Sencillamente no podemos permitírnoslo. Y una cosa es que tu padre te pague un empaste o unos pantalones, y otra cargarle con una responsabilidad de ese tipo".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento