Como consecuencia de estos atentados murieron al menos 90 personas y otras 160 resultaron heridas, según confirmó el capitán de la Policía, Muthana Jalid. «Cerca del 80% de las víctimas son hombres jóvenes, pero también hay mujeres y niños entre los muertos», según el doctor Mohamed Al Timini, del servicio de emergencias del hospital de Hila.

Los chiíes realizan esta peregrinación a pie hacia la ciudad sagrada de Kerbala para celebrar el próximo sábado la muerte del nieto de Mahoma, Al Husein, en 680, y poner fin así a un luto de cuarenta días.

Además de los noventa muertos registrados en Hila, los insurgentes suníes mataron ayer a otros 31 chiíes. En Dura, al sur de Bagdad, murieron doce peregrinos y otros 38 resultaron heridos en una emboscada. En Tikrit, a 170 km de la capital murieron otras cuatro personas. En una emboscada similar tres chiíes fallecieron en Al Latifiya y otros cuatro perdieron la vida en un atentado en Yarmouk, un distrito de Bagdad.