Se apagan los focos para la primera banda de rock que atravesó el telón de acero y tocó para la juventud soviética, que con su música llevó 'vientos' de concordia y de paz tras el fin de la Guerra Fría y la caída del muro de Berlín.

Se diría que los mitos son eternos, pero Scorpions ha decidido exhalar un aliento de mortalidad en la leyenda. Este viernes y mañana se despedirán de España con sendos conciertos en Madrid, incluidos en el Farewell Tour, una gira de despedida que acabará el año próximo, coincidiendo con los 50 años de la banda, tras más de 5.000 actuaciones en más de 80 países, 160 millones de discos vendidos y canciones icónicas como Rock You Like a Hurricane, Still Loving You, Send Me an Angel, Holiday y por su puesto, Wind of Change.

Rudolf Schenker, miembro fundador de la banda alemana, dedica unos instantes de su frenético tiempo a 20minutos un día antes del concierto.

Los números son impresionantes, pero ¿cómo se vive desde dentro?

Si te diviertes puedes hacer cualquier cosa. En este caso, tuvimos la química adecuada, siempre hemos sido muy amigos y disfrutamos mucho de cada momento, por eso yo creo que hoy todavía estamos aquí. Nos divierte ir de un continente a otro y conocer a fans que te cuentan que tu música les ha cambiado la vida. Cada día es un día especial, es maravilloso. Alguna veces cojo el tren solo para ver cómo es la gente del país que estoy visitando.

¿Cuando se decide el momento de decir adiós?

Ese momento llegó en 2010, cuando sacamos el disco Sting in the Tail. Nos pareció que era un disco muy difícil de superar, el momento perfecto para decir adiós. Nuestro propio mánager nos dijo que a lo mejor era un buen momento para retirarse, porque además ya no éramos tan jóvenes. Así que planeamos hacer una gira de despedida y tomarnos las cosas con más calma. Entonces nos dimos cuenta de que nuestros fans en Facebook eran cada vez más jóvenes. Creo que Sting in the Tail rejuveneció nuestra forma de hacer música pero no tanto como para perder a nuestros fans de siempre. Ese álbum conectó a fans de diferentes generaciones, jóvenes y mayores. Ahora tenemos casi 5 millones de seguidores y muchos de ellos están entre los 16 y los 28 años. Tenemos una nueva situación respecto a los fans, las entradas de los conciertos se acaban en horas y nos quedaban un montón de países que se quedaban fuera de nuestra gira de despedida así que, aunque en 2010 pensábamos que no dábamos para más, pues resulta que estamos en forma, viviendo un momento increíble y retrasamos continuamente el fin de esta gira.

¿Entonces no se van a retirar?

Sí, ¡desde luego! No vamos a hacer ningún álbum nuevo. La gira es de despedida, solo que no vemos el momento de acabar. Cuando hicimos el concierto MTV Unplugged en Grecia mucha gente nos dijo "eh, no podéis dejarlo, tenéis que seguir". Los promotores españoles nos dijeron que teníamos que venir a España. "Estamos en crisis, tal vez no se venda todo", nos dijeron, y mira, se han agotado las entradas para los dos conciertos. Después de Madrid vamos a tocar en Portugal porque desde Facebook nos hicieron un llamamiento masivo por parte de esa nueva generación de fans que nunca nos había visto tocar. Nos queremos ir pero nos nos dejan.

El año que viene se cumplen 50 años de la banda, ¿quizás un momento redondo para poner punto y final?

De momento el año que viene tenemos un montón de sorpresas para celebrar nuestro aniversario: una película documental, un disco con temas inéditos de finales de los años 70 y principios de los 80 y muchos proyectos más... Cuando sintamos que no estamos a la altura de las expectativas de la gente, entonces diremos adiós, pero de momento estamos aquí.

¿Ha pensado qué van a hacer cuando deje de ser un Scorpions?

La cuestión es que la gente no deja de pensar en el mañana y eso es un error. Yo me divierto, vivo el presente: ahora estoy concentrado en hacer de estos conciertos de Madrid los mejores de mi vida. Nunca sabes lo que va a pasar, muchas veces hacemos planes que nunca llegan a cumplirse. El presente es lo único real, lo que tienes al alcance de la mano, el futuro no existe.

En todo este tiempo, ¿hay algo de lo que se arrepienta?

Mucha gente comete errores, pero los errores son parte de tu éxito, siempre puedes encontrar algo en las equivocaciones que te ayuda a seguir adelante. Es como aprender a andar, así ha sido la carrera de Scorpions, hemos caído y nos hemos levantado. Mucha gente se hunde al primer error, pero nadie acierta a la primera. Lo que hay que hacer es perseverar, así lo hemos hecho nosotros.

¿No cambiaría la famosa portada censurada de Virgin Killer, en la que aparecía una niña desnuda y atada? ¿Cree que fue injustificada aquella censura?

En aquellos días salvajes era la única manera de llamar la atención hacia tu disco, no había vídeo ni Internet, como ahora. En la actualidad nunca hubiéramos podido hacer la portada de Virgin Killer pero en aquel tiempo no nos pareció tan polémico, no era nada brutal o repugnante, tenía un sentido estético. Era una época apropiada, tenía un sentido. La música rock no era para cualquiera, era para rebeldes. Queríamos portadas llamativas, para que alguien cogiera aquel disco y escuchara nuestra música. Cuidábamos muchos las portadas, con artistas de primera, incluso hablamos con Andy Warhol para que nos hiciera una portada pero nos pidió 75.000 dolares y los derechos, y no salían las cuentas. Ahora que lo pienso fue un error...

Scorpions ha estado muy implicado en momentos históricos como la caída del telón de acero, ¿qué temas le preocupan ahora? ¿Podrían dedicar una canción a lo que está pasando ahora en Ucrania?

Estuvimos tocando en Ucrania hace unos meses, y hemos tocado allí en otras ocasiones y estamos horrorizados con lo que está pasando. Pero también me parece que estamos lejos de los problemas que viven Rusia y Ucrania. Cuando una familia está discutiendo, desde fuera no puedes decidir quién tiene razón porque no sabes realmente lo que está pasando. No hay manera de decir quienes son los buenos o los malos, pero desde luego lo que hace falta es una solución dialogada y que contente a todas las partes implicadas.

¿Cantaría Scorpions a Putin Wind of Change en el Kremlin, como en su día hizo con Gorbachov?

Creo que no, Wind of Change fue una canción escrita en un momento histórico, sobre una revolución sin balas —la caída del bloque comunista— que también nos afectaba a nosotros, por la caída del Muro de Berlín. Ucrania es otro momento y otras circunstancias. Aún así Wind of Change es un himno que habla de la paz y de la esperanza y espero que sea eso lo que termine prevaleciendo.