Cárcel por robar una máquina de 'vending', conducir de forma temeraria e intentar embestir a los agentes

Otro conductor ha sido condenado a dos años por conducción temeraria y por huir de la Guardia Civil durante unos 90 kilómetros

El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a dos años y tres meses de prisión a un hombre que robó una máquina de 'vending' de un bar de Castro Urdiales, condujo de forma temeraria un coche que no era suyo y sin tener carné y trató de embestir a las patrullas de la Guardia Civil que lo perseguían.

Finalmente, el hombre fue interceptado por los agentes de la Guardia Civil cuando chocó con una señal aunque, al tratar de ser detenido, también agredió a uno de ellos, causándole lesiones.

Por estos hechos, el juez condena a LN.B.J. a seis meses de prisión por un delito contra la seguridad vial, otros seis por un delito de resistencia grave a los agentes de la autoridad y quince meses más por hurto. La pena se ha reducido en nueve meses al haberse fijado por conformidad entre las partes.

Además, el acusado deberá realizar un total de 140 días de trabajos a la comunidad por conducir sin carné y por haber robado el coche. Mientras, por la falta de lesiones al agente, se le imponen nueve días de localización permanente.

Por otro lado, tendrá que indemnizar, solidariamente con una aseguradora, en 2.000 euros a la empresa propietaria de la máquina de 'vending', 1.100 euros al propietario del coche que robó por los daños causados al mismo y 1.080 euros por las lesiones y secuelas al agente.

Los hechos tuvieron lugar el 10 de febrero de 2011 en Castro Urdiales, donde el imputado acudió, junto a otras personas no identificadas, a un bar de Castro Urdiales y, por la fuerza, se llevó una máquina de expendedora de bebidas.

Posteriormente, robó un coche, que arrancó haciendo un 'puente' en el cableado y que condujo careciendo de carné. Circuló por la N-634 entre Guriezo y Castro Urdiales a gran velocidad y de forma temeraria, llegando a invadir el carril contrario en varias ocasiones.

Y en la localidad de Cérdigo, dos patrullas trataron de interceptarlo, pero éste intentó chocar contra los vehículos obligando a los agentes a apartarse.

Finalmente, chocó contra una señal y cuando los agentes fueron a sacarle del coche para detenerle, empujó a uno de ellos, que cayó al suelo y se hizo un esguince.

Dos años a otro conductor

El mismo juzgado, ha condenado a dos años de prisión a otro conductor que circulaba por la Autovía del Cantábrico (A-8) en "zig-sag", a velocidad "anormalmente reducida" e invadiendo varios carriles, y cuando una patrulla de la Guardia Civil le dio el alto inició una huida de más de 90 kilómetros en la que varios agentes de la Benemérita sufrieron lesiones.

Según explica la sentencia, los hechos ocurrieron el 22 de noviembre de 2009 en la A-8, en sentido Oviedo, y en las cercanías de la salida hacia Cabezón de la Sal.

Cuando la patrulla, dio el alto al vehículo conducido por el condenado éste pareció obedecer y aminoró la marcha pero, al ver que el vehículo policial paró, le esquivó e inicia una huida "a gran velocidad" por la A-8, a unos 160 km/h e infringiendo, según la sentencia, "las más elementales normas de circulación", adelantando indiscriminadamente a los vehículos que circulaban por la misma vía, tanto por la derecha como por la izquierda.

La huida llevó al conductor y a la patrulla que lo seguía hasta la salida de Unquera de la A-8, donde el condenado se desvió y tomó un camino de tierra en obras y, al comprobar que no tenía salida, dio marcha atrás, y fue interceptado por el coche policial, por lo que hubo de parar.

Sin embargo, cuando uno de los agentes se bajó y le pidió que bajara del coche, el acusado dio un "fuerte acelerón", le esquivó, casi golpeándole con retrovisor y volvió a iniciar la huida por la N-634 en sentido Santander.

Así, llegó a Pesués, donde se metió en el parking de una cafetería y "casi" arrolló a un peatón que andaba por el mismo. Allí, esquivó a otro coche patrulla de la Guardia Civil, volvió a emprender la huida por la A-8 pero, esta vez en sentido a Santander, hasta el enlace con la S-30 en Revilla de Camargo, donde otras unidades de la Benemérita le cortaron el paso.

Según la sentencia, "lejos de deponer su actitud" y, "sin importarle que detrás de él había un vehículo policial" con dos agentes, decidió golpear el coche para intentar huir, lo que logró unos instantes, hasta que otro vehículo le cortó el paso.

En la huida, uno de los agentes de ese vehículo resultó herido en las cervicales y tardó en curar 90 días. Aún intentó huir corriendo pero un agente logró retenerle y el acusado se enfrentó a él "forcejando" y tuvieron que intervenir más agentes para conseguir reducirle.

Tras la detención se comprobó que el acusado presentaba síntomas de haber ingerido previamente bebidas alcohólicas, superando en más del doble la tasa de alcohol.

Por estos hechos, el Juzgado ha condenado a R.I.T. a un año y medio de prisión por un delito de conducción temeraria y la privación del permiso de conducir por cuatro años; seis meses por resistencia grave a agentes de la autoridad, con atenuante de embriaguez, e indemnizaciones por las lesiones.

Sin embargo, el Juzgado ha suspendido la pena privativa de Libertad impuesta al condenado condicionada a que en el término de tres años no vuelva a delinquir.

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