La sanidad privada cubre el 42% de las camas de Málaga

Los pacientes, atraídos por las habitaciones individuales y la inexistencia de listas de espera. El sector advierte de que hay «muchas clínicas ilegales»
Menos lista de espera y un trato más personalizado al paciente, ésas son las razones que llevan a los malagueños a hacerse un seguro de salud privado. Y es que la sanidad de pago ya supone el 42% de las camas hospitalarias de la provincia, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Consumo.
 
De las 4.688 camas que hay en Málaga, 1.977 están en centros privados. «Por 40 euros al mes se pueden tener todos los especialistas», asegura Jesús Burgos, director de la clínica La Encarnación, una de las 20 instalaciones de pago de Málaga con el certificado oficial de la Junta.
 
«Los centros de pago combinan la comodidad de un hotel con la asistencia médica, si bien son muchas las clínicas ilegales que operan sin tener el permiso de Sanidad».
 
Pistas de ilegalidad
 
Operarse en un primer piso, nunca: Ninguna intervención quirúrgica con anestesia local o general puede hacerse en un bloque. Si el hospital es sólo de día, no podrá aplicar anestesia general.
 
No tener el certificado: Sólo lo expide la Junta.
 
No hacer pruebas: Antes de una operación, el médico tiene que contar con una radiografía de tórax, un electrocardiograma y un análisis de sangre del paciente.
 
Lola Gallego. 22 años. «Tengo un seguro privado desde hace nueve años. La pública está fatal con las listas de espera. Me gusta la atención que dan en la de pago y disponer de una habitación para mí sola».
 
Javier Higueras. 32 años. «Me quedaría
con la pública si tuviera que hacerme una operación complicada, pero en la privada no hay lista de espera para los especialistas ni para hacer determinadas pruebas».
 
Dolores Atencia. 31 años. «A la hora de ser madre es mejor la privada. Valoro mucho poder disponer de habitación individual. Aunque en caso de operarme de algo muy importante acudiría a la sanidad pública».
 
José Molina. 65 años. «Hace 35 años me apunté a la mutua privada del trabajo. En la clínica me dan una atención más personalizada y las habitaciones son más cómodas».
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