El barco partió ayer desde Viveiro (Lugo) después de permanecer en aguas gallegas durante once días al detectarse problemas con su carga de fertilizantes. La combustión generó gases tóxicos y cuatro tripulantes fueron evacuados a un hospital de A Coruña, donde tuvieron que ser atendidos por indisposición y vómitos. El buque dejó ayer Galicia al presentar «todos los certificados que especifican la seguridad del buque y la carga», según Salvamento Marítimo.