Detenidas siete personas en Cáceres relacionadas con la venta de embutidos y quesos sin registro sanitario

Se les imputan supuestos delitos contra la salud pública, la propiedad industrial, caza ilegal y tenencia de armas
Alimentos Sin Registro Sanitario Incautados En Cáceres
Alimentos Sin Registro Sanitario Incautados En Cáceres
GUARDIA CIVIL
Alimentos Sin Registro Sanitario Incautados En Cáceres

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Cáceres ha detenido a siete personas, seis en la provincia y una en Salamanca, supuestamente implicadas en una trama de venta de productos alimenticios en mercadillos que no tenían registro sanitario y que etiquetaban con marcas que utilizaban de forma fraudulenta.

Las actuaciones de esta operación, a la que se ha denominado 'Artemisa', comenzaron el pasado mes de octubre cuando se conoció la actuación reiterada de cazadores furtivos en distintas fincas ubicadas en las estribaciones de la Sierra de San Pedro, una zona declarada de "emergencia sanitaria" por la tuberculosis que padecen muchos de los ciervos de este entorno.

Agentes del Seprona lograron identificar a dos de los detenidos por una acción de caza ilegal en la que lograron abatir un ejemplar de hembra de ciervo a la que, antes de abandonarla, le extrajeron los lomos y los jamones. Estas personas fueron a la vez relacionadas con la comercialización de productos cárnicos y lácteos en algunos mercadillos de la provincia por lo que se les realizó un seguimiento de sus actividades.

Según ha explicado este jueves el responsable de Comunicación de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, Francisco Morcillo, entre los productos cárnicos que vendían se encontraban embutidos elaborados con carne de caza abatida ilegalmente sin que ésta fuese sometida a los controles sanitarios preceptivos. Además, para dotar a estos productos de apariencia legal y facilitar su venta, se les colocaban etiquetas de marcas comerciales reconocibles por los consumidores que, en algunos casos, eran reutilizadas.

Con todas estas evidencias, el pasado mes de diciembre se efectuaron las primeras detenciones tras efectuar dos registros domiciliarios, uno en la localidad de Malpartida de Cáceres y otro en una casa de campo en el término municipal de la capital cacereña.

En Malpartida, los agentes registraron un anexo de la vivienda que se utilizaba para envasar y etiquetar los productos donde se encontraron unos 600 chorizos y 700 quesos, de los que la mitad "se encontraban en deficiente estado de conservación", según ha dicho Morcillo que, no obstante, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la población porque toda la mercancía ha sido requisada hace dos meses y no ha supuesto, que se sepa, un problema de salud pública.

En el registro también se encontraron paquetes sin etiquetado y sin información acerca de su procedencia y trazabilidad, además de 600 etiquetas correspondientes a distintas empresas ubicadas en varias provincias del territorio nacional, así como siete armas de fuego para practicar la caza.

En la casa de campo, ubicada en la Sierra de San Pedro, se halló vestuario y efectos empleados para la caza furtiva como mochilas, hachas, machetes y adaptadores para medios de iluminación, además de métodos de caza masivos no selectivos como trampas-cepos y redes de captura de aves.

Con el resultado de estos registros se confirmó que los detenidos vendían productos elaborados con carne de caza omitiendo cualquier tipo de control sanitario y que los artículos de procedencia desconocida se etiquetaban con marcas comerciales legales para colocarlos en el mercado sin sospechas.

Otros tres detenidos

Tras la detención de los cuatro primeros sospechosos, todos ellos pertenecientes a una misma familia, continuaron las investigaciones durante enero y febrero hasta dar con otras tres personas en distintas poblaciones de Cáceres y Salamanca, por su relación con la comercialización irregular de alimentos, incumpliendo las normas sanitarias de los productos destinados al consumo humano.

Los detenidos fueron puestos a disposición judicial en su momento y se decretó su puesta en libertad con cargos, aunque como medida cautelar se les ha inhabilitado a todos ellos para llevar a cabo la venta de productos de charcutería y quesos, tanto en puestos de venta en mercados ambulantes como en cualquier otro establecimiento.

La Guardia Civil estima que se ha podido perjudicar, por el uso ilegal y fraudulento de marcas comerciales, al menos a una docena de empresas alimenticias radicadas en todo el territorio nacional, según ha dicho Morcillo, quien insiste en que "si hubiera supuesto un problema para la salud ya se hubiera sabido" porque las primeras detenciones se produjeron hace dos meses y la mercancía ha sido decomisada.

Toda la operación se ha llevado a cabo por el Seprona de la Guardia Civil conjuntamente con el Servicio Extremeño de Salud (SES) y responsables del Departamento de Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura (UEx).

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