Dos agentes de la Policía Nacional que patrullaban por las calles de Sevilla capital han salvado la vida de un bebé de 18 meses que se asfixiaba en plena calle, ya que no respiraba y tenía el rostro y los labios amoratados, después de que el abuelo y la madre de la criatura les alertaran de la situación, según ha informado la Policía en una nota.

Así, los agentes patrullaban su área asignada cuando fueron requeridos en una avenida por un hombre mayor que se dirigió a ellos a la carrera y que estaba acompañado, metros atrás, por una mujer que portaba un bebé en brazos mientras gritaba que su niña no respiraba.

Ante la urgencia del requerimiento, y mientras uno de los agentes calmaba a los familiares y les solicitaba información, el otro policía efectuó un primer reconocimiento del bebé, pudiendo constatar que se encontraba inconsciente y con claros síntomas de asfixia, como el rostro y los labios amoratados.

La primera asistencia de los policías, "DECISIVA"

La madre y el abuelo manifestaron que era la primera vez que le pasaba esto, precisando que la niña se encontraba jugando cuando dejó de responderles y, sin más, se desplomó.

Por tal motivo, los agentes solicitaron de manera inmediata presencia médica en el lugar a través de la sala operativa del 091 y practicaron los primeros auxilios a la niña, despejando las vías respiratorias y desarrollando las primeras maniobras asistenciales.

Gracias a dichas maniobras, el bebé volvió en sí, respirando y respondiendo a los estímulos, permaneciendo estable hasta la llegada de la ambulancia, momento en el que comenzó a llorar. Sin más demora, la ambulancia practicó el traslado hasta el centro hospitalario, donde quedó ingresada en el área de pediatría, siendo escoltada en todo momento por el vehículo policial al efecto de facilitarle el tránsito.