Jordi Évole, director del programa 'Salvados', está "satisfecho" con el éxito de 'Operación Palace', un falso documental que el pasado domingo mostró el golpe de Estado del 23-F de 1981 como un montaje urdido por el rey y la clase política de entonces destinado a fortalecer la democracia.

"Creo que la reacción del público ha sido buena. Hoy por la calle mucha gente me ha dicho que se lo había pasado muy bien viendo el documental. Estamos satisfechos con nuestro trabajo", comenta a 20minutos Évole, quien opina que una de las claves del éxito es que "arriesgamos con un formato novedoso".

"Nos gusta hacer televisión, aprovechar todos los recursos que nos ofrece. Muchas veces no haces las cosas por miedo, pero nosotros preferimos arriesgar, pese al riesgo que conlleva equivocarte", añade.

"Hemos pretendido despertar el espíritu crítico del espectador. Le hemos dicho que tenga cuidado, que intente contrastar las noticias en medio de este alud de información en el que vivimos", concluye.

La pieza de ficción atrajo a la audiencia de La Sexta, con más de 5, 2 millones de espectadores y récord de la historia de la cadena para un programa no deportivo, pero también provocó numerosas críticas por el tratamiento que se le había dado a este episodio de la historia de España.

"Es cierto que también hemos recibido críticas duras, pero creo que la credibilidad afecta a otro tipo de informaciones de portada que son falsas y luego no se desmienten", apunta el director de 'Salvados', que recuerda que al final de 'Operación Palace' se dijo que el programa era un falso documental.

"Hemos pasado de ser los gamberros que llamaban a la puerta a llegar a ser comparados con Orson Welles. Creo hay que restarle trascendencia a las cosas y buscar el término medio", reflexiona.

Sobre el 23-F, Évole está "convencido" de que no lo sabemos todo y califica de "anomalía" que 33 años después no se pueda acceder al sumario del juicio. "Es una muestra más de que no vivimos en el paraíso de la transparencia".